Durante el invierno, el lago de Chapala se pinta de blanco gracias a la llegada de los pelícanos borregones, aves imponentes que viajan desde Norteamérica en busca de un festín.
Los pelícanos borregones pueden medir entre 1.5 y tres metros de largo. Este bello espectáculo que llega por cielo y se asienta en las aguas, atrae a cientos de turistas año con año, quienes se dan cita para escuchar el aleteo y ver cómo se alimentan.
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Nobleza natural de los pelícanos borregones
Los pelícanos borregones atraen la prosperidad a las familias de la localidad de Cojumatlán de Régules, en Michoacán, quienes aprovechan esta temporada para vivir del comercio y del turismo.
Durante invierno y primavera, el poblado de Petatán alberga cientos de pelícanos borregones, aves que se han convertido en parte del paisaje, lo cual es motivo de alegría para sus habitantes no sólo por la querida presencia plumífera, también contribuyen con la economía de los pobladores que viven en las orillas del lago de Chapala.
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La mancha blanca que crean los pelícanos en el lago de Chapa se puede observar desde lo más alto de la carretera. Se les conoce como pelícanos borregones por su característico y abundante plumaje de color blanco.
Estas aves migratorias atraen cientos de turistas entre los límites de Michoacán y Jalisco, quienes desde los alrededores presencian tan majestuoso espectáculo natural o se acercan para alimentar a las desconfiadas aves.