Chorros del Varal es un impresionante conjunto de caídas de agua, de aproximadamente 70 metros de altura, dentro de un Área Nacional Protegida que consta de 72.2 hectáreas, desde el Salto hasta las Juntas.
Ubicadas en Michoacán, en el municipio de Los Reyes, estas cascadas provienen del río Apupátaro. Para llegar es necesario viajar desde la ciudad de Los Reyes durante 20 minutos en auto. Una vez allí, hay que descender aproximadamente 800 escalones, hasta llegar a un mirador desde donde los Chorros del Varal se disfrutan en su máximo esplendor.
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Aquí también se puede nadar, pero con mucha precaución pues hay ríos subterráneos cerca de la caída del agua. Los Chorros del Varal son una belleza natural de Michoacán que —se dice— están «encantados».
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Leyenda de Chorros del Varal
Según los lugareños, en este destino michoacano habita el espíritu de una hermosa princesa prehispánica, que se aparece durante Semana Santa para ofrecer a los visitantes un recipiente lleno de piedras para llevarlo hasta la cima de la barranca, sin voltear atrás.
Quien logre llegar a la parte más alta con el recipiente, con la vista al frente, se verá recompensado y las piedras se convertirán en oro, liberando así el alma en pena de esta doncella.