Quien elige la Ruta Camino del Mezcal tiene la oportunidad de experimentar todo el universo que concentra su producción. Es decir, se visitan las comunidades dedicadas a su elaboración artesanal, no solo para conocer todo lo que implica esta bebida, antes de que llegue hasta tu degustación.
Por lo tanto, a cada sorbo de este destilado, inevitablemente recordarás que durante el sendero que seguiste, paisajes agaveros acompañaron tus pasos hasta descubrir las delicias poco conocidas de la cocina tradicional oaxaqueña, mientras un mosaico cultural se abre ante tu conciencia, en la Ruta Camino del Mezcal.
Además, sabrás que de las ocho regiones que conforman al estado, tres se dedican a este proceso artesanal, donde los zapotecos del Valle o de la Sierra, son principalmente conocidos como los maestros mezcaleros.
De las 210 variedades de maguey que existen en el mundo, 120 se hallan en Oaxaca, destino que principalmente da vida a mezcales de agave espadín, que es la variedad más común de estas tierras. Es así como encontrarás desde jóvenes, reposados y añejos, para consentir a todos los gustos.
Más por descubrir en la Ruta Camino del Mezcal
Te hemos contado que la Ruta Camino del Mezcal es un universo de posibilidades, no solo tienes la ventaja de realizar catas en cada palenque (lugar de producción), existe la posibilidad de aprender remedios que emplean esta bebida, incluso a participar en un ritual en zapoteco o mixteco.
La misma comunidad invita a ser partícipe de alguna fiesta patronal, para experimentar cómo es la vida que se lleva entre agaves. Mientras más se avanza en la Ruta Camino del Mezcal, trayectos sinuosos llevan hasta la presencia de atardeceres hermosos; arquitectura conventual, mercados tradicionales, talleres artesanales y más.
Sí, mucho más por descubrir, porque llega hasta zonas arqueológicas como Yagul, Dainzú, Lambityeco y la mítica ciudad de los muertos, Mitla. La Ruta Camino del Mezcal se despliega en una franja que recorre seis municipios concentrados en la región de los Valles Centrales, pero inicia en la ciudad de Oaxaca.
Deseamos que este «mini» tour te sirva de inspiración para emprender el viaje y embriagarse a través de un caleidoscopio cultural único, que encierra tradición, color y mucho, pero mucho sabor. Así que como versa el dicho: «para todo mal, mezcal, para todo bien también… y si no hay remedio: litro y medio».