Arturo Durazo Moreno, mejor conocido como El Negro Durazo, quien fuera jefe de la Policía de la CDMX durante el sexenio del expresidente José López Portillo, edificó un Partenón en el estado de Guerrero.
El Negro fue un hombre controvertido y polémico debido a los abusos que cometió como asesinato, tortura, tráfico de drogas, acopio de armas y extorsiones a miembros de su corporación.
Fiel a su estilo de vida, El Negro Durazo gustaba de lujos y opulencia, y para muestra está la imponente construcción que edificó en Zihuatanejo, conocida como El Partenón, al más puro estilo de la Acrópolis de Atenas.
Este auténtico templo mide más de 20 mil metros cuadrados y su construcción costó 700 millones de pesos. Esta residencia quedó bajo el resguardo del Gobierno Federal tras la detención de El Negro en 1984.
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Posteriormente, se inició una disputa legal entre ejidatarios, fideicomisos y las autoridades estatales por la propiedad del inmueble. Hasta que en 1988 fue expropiada por el Gobierno de Guerrero, por lo que la familia de Durazo inició una querella contra el estado para recuperarlo.
De acuerdo con el escritor José Agustín en su libro Tragicomedia Mexicana 3, el «Partenón de Zihuatanejo… tenía un lago interior con olas mecánicas y cascadas, albercas, discoteca para mil parejas, 12 elevadores para subir al primer piso, sala de autos de colección, caballerizas, esculturas griegas y un helipuerto».
En la misma obra, José Agustín reveló que dicha propiedad valía tres millones de dólares y cita palabras de El Negro: «Yo tengo derecho a tener casa en Zihuatanejo, ¿no?».
Hoy esta obra arquitectónica se encuentra abandonada; sin embargo, ninguna de sus estructuras ha sido vandalizada ni ha sufrido algún daño; incluso, los cuartos todavía conservan espejos en muros y techo.
Las maravillas del Partenón
El Partenón de Zihuatanejo fue edificado tomando como referencia el arte griego y su discoteca era similar al Studio 54 de Nueva York. Su alberca estaba rodeada por una docena de estatuas. En sus tiempos mozos habían faisanes, cisnes, lagartos disecados, venados de bronca y un elefante de marfil, así como dos perros de cerámica.
Los cuartos estaban tapizados con espejos y decorados con terciopelo rojo, además de contar con murales estilo romano, esculturas de mármol e impresionantes muebles y puertas de maderas finas.
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En la entrada se encontraban réplicas de la Venus del Milo, Minerva y Marte, que daban paso a una estancia con piso de mármol de Carrara (Italia). En el centro se encuentra una estatua del dios Zeus de dos metros de altura, tallado en bronce, y la firma de los artistas preferidos de El Negro: los Ponzanelli.
La riqueza de El Negro sobrepasaba la realidad y el Partenón simboliza el nivel de corrupción del sistema político de entonces, del cual formaba parte el exjefe de la Policía de la CDMX.
Se dice que bastantes elementos policiacos fueron empleados como albañiles para edificar la obra maestra de su jefe, quien murió en el año 2000.
Pese a que Francisco Arturo Durazo Garza, hijo del exjefe policiaco, promovió una demanda de amparo para recuperar la propiedad, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó dicho recurso de apelación tras considerarlo infundado, quedando bajo el resguardo del Gobierno de Guerrero.
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Héctor Astudillo Flores, gobernador de la entidad, reconoció que tras haber obtenido de forma definitiva la jurisdicción del inmueble, será dispuesto para un centro cultural.
«Hay que darle una arreglada, hay que hacerlo para presentar libros, eventos culturales y hacerlo sencillamente para todo lo que sea cultura», destacó el funcionario.