Bacalar tiene un regalo igual de majestuoso que su laguna de los siente colores y es un sendero acuático que hace sentir a sus visitantes como en una película de piratas que surcan los siete mares en busca del tesoro perdido y se le conoce como Canal de los Piratas.
En medio de grandes manglares se encuentra el Canal de los Piratas, un canal natural que une al río Hondo (frontera natural entre México y Belice) con la sublime y colorida laguna de Bacalar, a través del estero de Chaac, al sur de Quintana Roo.
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El Canal de los Piratas fue creado por los mayas para conectar a las tribus del norte con las del sur para fines comerciales. Durante la época de la colonia se llamó Canal de Salamanca, ya que era una conexión perfecta entre Europa y América, de ahí que muchos piratas hicieran de este canal su sitio perfecto para contrabandear.
En el siglo XVIII, los piratas contrabandeaban mercancías provenientes de Majahual y las llevaban a Bacalar donde podían obtener el valioso palo de tinte, un árbol originario de la Península de Yucatán, del cual se extrae un tinte vegetal que fue sumamente codiciado por los europeos.
Después de los periodos de la Conquista y el cacicazgo, las noticias del nuevo mundo lleno de riquezas circuló por toda Europa, atrayendo un sinnúmero de bucaneros y bandidos, entre los que destaca el escocés Peter Wallace, el cual arribó en 1640 y fue el primer pirata en llegar a Bacalar.
Wallace traficaba palo de tinte, apreciado por sus maderas, de las cuales se extraían los colores negro y azul con el que entintaban las telas en Europa y la Nueva España. Este bandido se asentó en la zona por más de una década, hasta la llegada del pirata cubano Diego el Mulato, mejor conocido como «Pata de palo«, uno de los más famosos a nivel mundial.
A estas visitas se unieron más barcos repletos de bandidos, ingleses, franceses y holandeses, eran quienes se peleaban por controlar el tráfico del palo de tinte, además de caoba y frutas tropicales.
Con el paso de los años, el Canal de los Piratas se convirtió en un sitio turísticos en el que los visitantes pueden disfrutar de sus paisajes y sus aguas a bordo de botes o pontones. Sus aguas son cristalinas y sus arenas blancas, las cuales forman pequeños bancos en medio del canal, dándole diferentes profundidades.
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Los recorridos en bote o pontones llevan a los turistas por los puntos más atractivos del lugar como el gran barco de cemento que se construyó para ser un restaurante; sin embargo, jamás abrió ya que atentaba contra el entorno de la zona. Asimismo, frecuentemente es visitado por turistas que buscan las propiedades exfoliantes de los minerales que abundan en la región, el cual se llama «baño maya».
Desde el Canal de los Piratas también se pueden visitar la Isla de los pájaros y los cenotes Negro, Esmeralda y Cocalitos.
Recuerda que nos encontramos en contingencia sanitaria, por lo que se recomienda permanecer en casa hasta que las condiciones sean favorables para volver a salir y disfrutar del Canal de los Piratas y demás destinos que México y el mundo tienen para ti. ¡Cuídate y evita contagios!