Torreón es la capital del estado de Coahuila y allí se encuentra uno de los puntos de reunión más emblemáticos y peculiares de México: La Perla.
El Canal de La Perla fue un atajo a cielo abierto, que derivaba del canal del Coyote, que atraviesa el centro de la ciudad. Con el paso del tiempo, el canal quedó sepultado luego de que se levantaron construcciones sobre su trayectoria.
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Historia de La Perla
En sus inicios, por este canal corría agua del río Nazas, después fue utilizado para recoger agua de lluvia y, finalmente, se empleó para la descarga de aguas negras. Por eso se fue azolvando hasta quedar completamente cubierto.
En el año 2003, durante la construcción de una zapatería en la esquina de Av. Hidalgo y calle Rodríguez, la llanta de un camión de volteó se hundió; al escarbar se encontró un canal completamente azolvado de más de 400 metros lineales.
De inmediato comenzaron los trabajos de rescate en pleno Centro Histórico; posteriormente, el Canal de La Perla se convirtió en un paseo turístico.
Como cualquier lugar mítico, no podían faltar las tradicionales leyendas que giran en torno de La Perla; se sabe que existen más de cinto historias que hablan de este bello pasaje subterráneo.
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En la actualidad, el Canal de La Perla es empleado como galería; en sus alrededores hay restaurantes, librerías y tiendas artesanales en donde se respiran paz y cultura por todos sus rincones. Este pasaje corre por debajo de las avenidas Morelos, Juárez, Hidalgo y Venustiano Carranza.
Si visitas Torreón —cuando las condiciones sanitarias lo permitan—, no olvides darte una vuelta por La Perla y disfrutar su inigualable estilo franciscano.