El parador turístico de Hierve el Agua, en Oaxaca, cerrará sus puertas de forma permanente y definitiva al público, dieron a conocer las autoridades ejidales y la comunidad zapoteca de San Lorenzo Albarrada, debido a problemas agrarios y económicos que podrían desencadenar una «ola de violencia».
Pobladores de este municipio acusaron que las ganancias y los recursos generados por la explotación de este destino oaxaqueño es acaparado por agencias de viajes y grupos políticos, lo cual no les retribuye beneficio alguno, motivo por el que se han visto forzados a cerrar sus puertas al público en general.
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Conflicto en Hierve el Agua
«En virtud de que los recursos que genera este parador no son para los ejidatarios de San Lorenzo Albarradas, ya que la comunidad que es legítima dueña y poseedora de los derechos parcelarios sobre Hierve el Agua no tiene acceso a los recursos que prestadores de servicios turísticos y políticos con empresas turísticas cobran, por lo que no tiene caso que Hierve el Agua se apertura al público», afirmaron mediante un comunicado.
Los dueños parcelarios de Hierve el Agua destacaron que desde el 24 de marzo está prohibido el acceso a cualquier persona ajena a este lugar donde se encuentran las cascadas petrificadas, por lo que quien ingrese cometería un «delito», pues tras diversos litigios, ellos son los legítimos dueños de las tierras.
«Se prohíbe el acceso a cualquier persona ajena la comunidad; así que el turismo nacional y extranjero que pretenda visitar las cascadas pétreas de Hierve el Agua se le informa que se abstenga de realizarlo, ya que está prohibido su acceso de manera definitiva y permanente», destacaron.
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Los pobladores y dueños de las parcelas aseguraron que durante la gestión de Ulises Ruiz en la gubernatura de Oaxaca, se firmó un convenio con el Gobierno del estado para realizar trabajos de mejoramiento y mantenimiento del parador turístico, con una inversión aproximada de dos millones de pesos.
Sin embargo, en lugar de realizar las obras, le fue entregada la posesión material de las parcelas a grupos políticos que poseen empresas turísticas y a pobladores de la Agencia de Policías de San Isidro Roaguía.
Esta situación desencadenó una ola de dimes y diretes, así como una notable tensión con los agentes de Roaguía, quienes exigen el pago de su participación. Mientras, los ejidatarios determinaron hacer responsable al gobernador de Oaxaca, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, de cualquier acto violento que pudiera generarse.
Tras los conflictos originados, Hierve el Agua se despide del turismo luego de años fascinar a turistas y viajeros con sus impresionantes cascadas petrificadas, formadas desde hace miles de años por el escurrimiento de agua carbonatada.