Desde hace 146 años, en el municipio de Purísima del Rincón en Guanajuato, se celebraba de manera ininterrumpida La Judea, como parte de la representación bíblica de la crucifixión de Jesús en Semana Santa, donde el principal protagonista es Judas Iscariote.
Sin embargo, debido a la pandemia de Covid-19 en 2020, por primera vez en su historia esta costumbre se canceló, episodio que se repite este año, sin representar una limitante para recordar una tradición que se mantiene viva, a través de la tradición oral del pueblo, mientras las condiciones permiten regresar de forma presencial.
Así que vivamos esta pasión a través de lo que nos cuentan sus cronistas, para conocer el folclor, la magia y la importancia de esta festividad, que se ha mantenido presente por más de un siglo. Entonces comencemos el tour por cada uno de los detalles que la integran.
Para empezar, te contamos que esta celebración emblemática para el municipio, retrata cómo Judas Iscariote, uno de los disípulos de Jesús, es quien lo traiciona al entregarlo a los judíos, para morir crixificado en manos de los romanos. Sin embargo, no es el personaje principal de esta representación.
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— SECTUR Guanajuato (@SECTURGTO) June 4, 2017
La Judea artesanal
La historia registra que en 1873 el pintor guanajuatense Hermenegildo Bustos, comenzó a sembrar entre los purimenses la tradición de celebrar La Judea, con la intención de echar a volar el ingenio y talento de los artesanos de este municipio, así que para la primera edición, se elaboraron más de 300 máscaras.
Desde entonces se puede apreciar un desfile de rostros tallados en madera de árbol de colorín, que dan vida a Judas triste, Judas negro, el ranchero, la oriental, la risueña, Malco, el tiempo, el Diablo Mayor y el Diablo Menor. Esta artesanía se elabora en una semana y, debido a su perfección, alcanzan precios hasta de 3 mil pesos.
Pero no son los únicos personajes que figuran en la representación, también se ven ataviados con vestimenta de colores llamativos a los judíos, soldados romanos y a aquellos que llevan instrumento en mano, pues la música es esencial en el festejo.
Durante La Judea se desarrollan representaciones de El Prendimiento, Las Tres caídas, Las Siete Palabras y El Santo Encierro, en donde los protagonistas como Jesucristo, la Virgen María, el apóstol San Juan y la Magdalena son imágenes religiosas talladas en madera, manipulas por personas del pueblo.