Las artesanías mexicanas son un emblema nacional, hay de muchas formas, tamaños, colores y estilos. Oaxaca es uno de los estados con mayor tradición artesanal, principalmente San Martín Tilcajete, famoso por la elaboración de alebrijes.
En San Martín Tilcajete los sueños parecen cobrar vida, ya que es mucho el esmero y dedicación que ponen en la elaboración estos seres mágicos, que familias enteras se dedican a «dar vida» a los alebrijes, desde tallar las figuras, pintarlas con numerosos colores y comercializarlas.
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Origen de los Alebrijes
Son seres que fueron inventados en México durante la primera mitad el siglo XX, combinando elementos fisionómicos de diferentes animales, ya sean reales o imaginarios, y se caracterizan por contar con una gran variedad de colores vivos.
Su origen se debe gracias a Pedro Linares, artesano mexicano dedicado a la elaboración de piñatas, máscaras de carnaval y demás figuras hechas con papel maché. Un día enfermó, perdió la consciencia y cayó en un sueño profundo, el cual le reveló unas criaturas extrañas que a la postre cambiarían su destino en el mundo de la artesanía: los alebrijes.
En 1975, surgió un documental sobre Pedro Linares, hecho por Judith Bronowski, que situó a los alebrijes en el plano internacional, de ahí que estos seres se hicieran famosos en México y en el mundo.
San Antonio Arrazola y San Martín Tilcajete imitaron la idea de Pedro Linares y convirtieron sus casas en talleres de alebrijes, incluso, aseguran que el artesano Manuel Jiménez Ramírez mezcló la idea original con la tradición para dar origen al alebrije oaxaqueño.
San Martín Tilcajete, un pueblo lleno de magia y color
San Martín Tilcajete es un pueblo dedicado a la elaboración de alebrijes y demás artesanías. ¿Qué hace tan especiales a los alebrijes de este pueblo? A diferencia de muchos otros, los alebrijes que se hacen aquí son de madera de copal y no de cartón como los hacen comúnmente.
Además es un pueblo muy pintoresco, ya que desde la entrada del pueblo hasta su centro, se pueden apreciar innumerables talleres de alebrijes, donde día a día son creados con la máxima dedicación para ser puestos a disposición del mundo. Los hay de todos tipos y formas: de nahuales, dragones, marcianos, pegasos, peces, entre muchos otros, pero todos con la identidad de este pueblo zapoteco.
¿Cómo se fabrican los alebrijes?
Lo primero que hacen los artesanos es elegir la pieza de madera de copal a tallar, esta debe ser resistente ya que primero se corta con el machete y posteriormente con navaja y cuchilla. Antes de tallarla se seca y se cura la madera para que la humedad y los insectos no la estropeen.
Después se talla minuciosamente. Por último, se pinta con con colores vivos como el rojo, amarillo, verde, naranja, rosa, azul, entre otros, y se añaden diversos elementos o formas para darle un toque mágico y surrealista.
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Un pueblo lleno de tradición
Además de los alebrijes, San Martín Tilcajete es famoso por su colorido carnaval. Año con año desfilan por sus calles hombres, mujeres y niños disfrazados con máscaras de madera, simulando ser alebrijes, para espantar y hacer bromas a propios y extraños.