La diversidad étnica y cultural de México no se queda solo en las comunidades indígenas, nuestro país posee una gran diversidad de habitantes, en cuanto a sus orígenes y ascendencia se refiere, como el caso los lomilargos, un grupo de habitantes de Los Altos de Jalisco, que poseen ciertas características físicas, que ahora mismo te contamos.
De acuerdo con los historiadores, antiguamente se les llamaba a ciertas personas de esta región jalisciense lomilargos, una forma despectiva de referirse a las mujeres con ojos claros, pelo castaño o rubio, o a los hombres de barba cerrada y rasgos más bien europeos. Cabe destacar, que actualmente esta designación carece de dicha connotación peyorativa.
Se sabe que hoy poseen fama nacional por sus características físicas, de hecho se les conoce como los güeros de Los Altos de Jalisco, que rompen con los estereotipos del mexicano moreno. Obviamente este grupo de habitantes tiene su propia teoría, pues aseguran que descienden de los franceses.
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¿Quiénes son los lomilargos?
Los lomilargos están convencidos que sus orígenes comienzan cuando un batallón de soldados de Bazaine, se perdió durante la Intervención francesa en este territorio jalisciense, donde tuvieron descendientes con las mujeres de la región. Sin embargo, algunos historiadores y genealogistas, aseguran que más bien provienen de inmigrantes españoles que llegaron durante el Virreinato.
Fue así como construyeron sus comunidades profundamente endogámicas, es decir, matrimonio, unión o reproducción entre personas de ascendencia común, razón para que genéticamente conserven las características antes mencionadas.
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Jalostotitlán , #Jalisco: “El corazón de los Altos”. #FotoDelRecuerdo de Daniel Enríquez. pic.twitter.com/CJ1lnTDlLo
— SECTUR México (@SECTUR_mx) January 20, 2016
En su mayoría, los alteños -adjetivo que ellos mismos encuentran más aceptable- siguen habitando las zonas rurales de Los Altos de Jalisco, quienes por generaciones se han dedicado a la ganadería y agricultura. Algunas familias han emigrado a poblados o ciudades más grandes, como Guadalajara, León o Aguascalientes.
Los expertos explican que la realidad de los lomilargos dista mucho del imaginario colectivo, porque algunos pueden estar o no alfabetizados, expresarse o no con una dicción y lenguaje correcto. Además, muchos de ellos ni siquiera son una población de élite, de hecho, gozan y padecen los mismos síndromes sociales.