Aguascalientes es un estado que encierra una magia sinigual, así como un encanto único, mismo que se refleja en su historia, tradición y arquitectura, el claro ejemplo de ello es el Patio de las Jacarandas, una imponente obra articulada al paisaje del Centro Histórico.
Patio de las Jacarandas, un remanso de tranquilidad
El Patio de las Jacarandas se ubica un costado del Teatro Morelos, donde en 1914 se llevó a cabo la Convención Revolucionaria. Para conmemorar el centenario de dicho evento se realizó la construcción de esta impresionante obra.
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El Patio de las Jacarandas se construyó a la altura original de las paredes del Portal de Jesús, que sirvieron de base rítmica y espacial para el nuevo diseño, con el objetivo de crear un espacio que diera sombra a los transeúntes y como un espacio promotor de la convivencia.
Este proyecto es obra del artista holandés Jan Hendrix y el arquitecto mexicano Arturo Revilla Vega y se erigió donde anteriormente se encontraba el Portal de Jesús, el cual fue demolido a mediados del siglo XIX. Su diseño es rectangular y cuenta con jardineras y árboles en la parte central.
También posee un remanso donde las personas que transitan por la zona puedan sentarse bajo la sombra y disfrutar del devenir de la gente y a admirar el paisaje urbano que recrear esta estructura metálica que simula el follaje de una jacaranda, de ahí su nombre.
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Un sitio que se mimetiza con el día
Su estilo está inspirado en la técnica de serigrafía y durante el día proyecta sombras en el suelo tal como lo hace el follaje de los árboles al bañarse de sol. Sin embargo durante las noches su belleza sigue presente, ya que se ilumina con luces de colores cálidos y reflectores morados que recrean las flores de las jacarandas.
El Patio de las Jacarandas también funciona como teatro al aire libre y como un espacio para la cultura y las artes, seduciendo a los visitantes con su impresionante juegos de luces, sombras y colores, donde los sentidos afloran y atrapan a propios y extraños.
