El día 2 de septiembre se celebra el Día Nacional del Cacao y el Chocolate y, aunque ya pasó, a continuación te dejamos una excelente receta para preparar chocolate de metate al estilo veracruzano y así homenajear deliciosamente a estos alimentos.
El chocolate de metate forma parte de la gastronomía mexicana y su elaboración es artesanal, sin colorantes, saborizantes artificiales, ni manteca vegetal y se caracteriza por su olor y sabor intenso, de ahí que su elaboración se haya convertido en toda una tradición que ha pasado de generación en generación.
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Tal es la importancia del cacao en México que incluso ha servido como moneda de cambio, principalmente durante el periodo prehispánico, es por eso que es uno de los países con mayor producción de la semilla, además de contar con un gran número de variedades que son del gusto de la gente y muy buscadas a nivel mundial.
Chocolate de metate, el puro sabor veracruzano
La gastronomía veracruzana eligió el cacao como uno de sus ingredientes principales, es por eso que existen diferentes maneras de degustarlo, el chocolate de metate es una de ellas y según la tradición, este alimento generalmente se sirve caliente y espumoso.
Cómo hacer chocolate de metate
Ingredientes
- 500 gramos de semillas de cacao
- 3 piezas de canela en raja
- 10 piezas de roscas (pan típico de Veracruz, también se pueden usar galletas marías)
- 500 gramos de azúcar estándar
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Preparación tradicional
Lo primero que se debe hacer es tostar las semillas del cacao en el comal. Una vez tostadas se les retira la cáscara mientras están calientes y se tuestan nuevamente.
Posteriormente debajo de un metate se colocan algunas brasas para calentarlo. Muele canela en el metate hasta obtener un polvo fino y resérvalo. Sigue el mismo procedimiento con las roscas o galletas marías.
Con el metlapilli tritura las semillas de cacao hasta obtener una pasta. Lleva el cacao al metate y realiza la misma acción como con las roscas durante tres veces; en la tercer pasada agrega el azúcar, el polvo de rosca y canela y muele hasta obtener una pasta homogénea.
Por último, arma pequeñas bolas y déjalas secar durante aproximadamente una hora y reserva en un lugar seco y fresco.
