De acuerdo con la página oficial del Museo Nacional de Antropología (MNA), las primeras expediciones realizadas en la Cueva de la Candelaria se realizaron entre 1953 y 1954, en pleno corazón del desierto de Coahuila, las cuales revelaron grandes descubrimientos sobre las culturas del norte.
El sitio se ubica en la sierra de la Candelaria, en el Valle de las Delicias, muy cerca de la Comarca Lagunera del estado. En este lugar se encontraron diversos fósiles y míticas ofrendas mortuorias, a lo que el Instituto Nacional de Antropología (INAH) conoce como “bultos mortuorios”.
En el sitio del MNA se explica que la exploración de la Cueva de la Candelaria “marcó un hito en el conocimiento de las sociedades que la habitaron en el pasado prehispánico, entre el año 1000 y el 1350 d.C. aproximadamente”.
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¿Qué características presentaron los restos de la Cueva de la Candelaria?
Gracias a las características de los objetos arqueológicos hallados en su interior -cantidad y calidad en materiales-, se logró un estudio y resultados más rápidos, que permitieron a los investigadores descubrir que las sociedades nómadas, tenían mucho qué contar.
Un ejemplo del contenido descubierto en la Cueva de la Candelaria, es la serie de cadáveres en posición flexionada, a los cuales tenían vestimenta, adornos, entre otros artefactos de su época. Además, sus cuerpos estaban envueltos en grandes mantos tejidos y amarrados con fibra de agave.
Para los investigadores de los cuerpos hallados en la Cueva de la Candelaria, la conservación que poseen es realmente sorprendente, algunos de los antiguos laguneros aún mostraban rastros de piel y cabello oculto debajo de su manta. Otros tantos vestían sandalias de fibra de agave, collares de hueso, concha y semillas.
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