Por supuesto que se trata de uno de los antojitos más tradicionales de la cocina de Jalisco: La torta ahogada, que además de ser deliciosa está llena de historia, misma que puedes llevar hasta la mesa de tu hogar y directo al paladar, con los siguientes pasos que te vamos a compartir, para que puedas preparar su típica salsa.
Pero antes aderezamos el momento con algunos datos curiosos de la torta ahogada, cuyos orígenes son un tanto inciertos. Sin embargo se sabe que a través del tiempo ha sufrido una evolución en su forma de elaborar, para convertirse en uno de los platillos más típicos de México.
¿Cómo surgió la torta ahogada?
Algunos estudiosos en gastronomía aseguran que la torta ahogada nació en la Perla Tapatía -Guadalajara- a principios del siglo XX. Se dice que cierto día de la vida llegó un hombre hambriento a su casa y solo encontró un pan, frijoles refritos, un trozos de carne de cerdo y salsa de jitomate líquida.
Su sabor fue tan especial, que atribuyó el secreto a la salsa, así que le pidió a su esposa revelar los ingredientes que sirvieron para su preparación. Desde entonces se dice que el componente principal es este caldillo, que con el tiempo dio como resultado diferentes recetas.
Así que hay varias formas de cocinar la famosa salsa de una torta ahogada y ninguna de ellas es incorrecta o menos deliciosa, pero hoy te vamos a compartir una manera sencilla y rápida de elaborar la esencia principal de este manjar, de hecho se dice que es una de las versiones más populares. ¡Comencemos!
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¿Cuáles son los ingredientes para preparar la salsa de la torta ahogada?
10 Jitomate
8 chiles de árbol
3/4 cebolla
2 dientes de ajo
Comino al gusto
Orégano al gusto
Sal y Pimienta al gusto
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¿Cuál es la versión más sencilla y popular para cocinar la salsa de la torta ahogada?
La salsa para las tortas ahogadas se divide en dos partes: La primera es aguada y baña a el pan, mientras que la segunda más picante y se agrega al final para darle ese toque picosito al platillo.
Para preparar cada una de las salsas de la torta ahogada, hay que iniciar con poner a cocer los jitomates en una olla con agua. Ya que están completamente suaves debes reservar.
De los 10 jitomates solo coloca ocho en la licuadora con la mitad de la cebolla, un diente de ajo y un poco de comino, licua todo junto con una taza y media de la misma agua donde se cocinaron. La intención es lograr una salsa súper líquida.
Una vez lista la pones al fuego y la condimentas con orégano, sal y pimienta. En cuanto esté lista, utilízala para bañar tu torta ahogada. Acto seguido, hay que licuar el resto de los jitomates con los chiles y el ajo, para que obtengas la salsa picante que servirá para acompañar esta delicia jalisciense. ¡Buen provecho!
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