“Quien no conoce el Salón Los Ángeles, no conoce México”, dicta la icónica frase del más antiguo salón de baile de la Ciudad de México y el cual podría estar a unas semanas de ser derrumbado por la crisis económica que atraviesa consecuencia de la suspensión de actividades por la COVID-19.
Al igual que prácticamente todos los lugares comerciales, el Salón Los Ángeles bajó cortinas desde marzo y desde entonces espera que las autoridades les permitan reanudar operaciones y así salir del bache económico.
Con préstamos, apoyos gubernamentales y donaciones, el Salón Los Ángeles ha podido cumplir con gastos operativos y de nómina, pero su administrador, Miguel Nieto, afirma que si la reapertura no se da a finales de septiembre, lo más probable es que se derrumbe este sitio visitado por miles de nacionales y extranjeros.
El salón Los Ángeles nos pertenece a todos / @Eponiatowska vía Impreso @LaJornada pic.twitter.com/8JUYPGc2aW
— Aguilar, Enrique (@HNU2010) August 9, 2020
Salón con historia
El Salón Los Ángeles nació en 1930, en la colonia Guerrero, cuando Buenavista sólo contaba como una estación de tren y con poca urbanización. Ya para 1970, el Salón Los Ángeles ya era un lugar obligado para los fanáticos del mambo, el chachachá, la salsa y demás ritmos populares en nuestro país.
En entrevista para El Universal, Miguel Nieto, asegura que una de las opciones que analizan para sobrevivir es convertir el Salón Los Ángeles en un museo debido a su gran valor histórico (en este salón han bailado figuras como Silvia Pinal, Cristina Pacheco y hasta el colombiano Gabriel García Márquez).
“No tenemos otros ingresos y hemos mantenido los gastos de luz, agua, nómina, impuestos y pasivos que hemos acumulando porque ya llevábamos una temporada con problemas económicos; la pandemia no nos ha permitido planificar qué vamos a hacer porque no sabemos cuándo podremos abrir”, declaró el administrador.
Otra de las opciones que analizan es convertirse en un set de filmación, un salón de fiestas o de plano un salón para cualquier tipo de evento que les represente un ingreso económico.
En el límite de los pagos
Durante la entrevista, Nieto afirmó que el plazo que calculan como límite para reanudar operaciones y no derrumbar el lugar es a finales de septiembre, aunque no dejan de analizar opciones ante la poca probabilidad de que esto suceda.
“En el Salón Los Ángeles hemos aprendido que hay que vivir la vida tan intensamente como si fuéramos a morir mañana y tan prudentemente como si fuéramos a sobrevivir”, declara Miguel Nieto, dos semanas después del aniversario 83 de este histórico lugar.
Con información de El Universal