La gastronomía mexicana sigue sorprendiendo, pero muy pocos saben que en la comida yucateca aparecen las cebollitas de Ixil, que se dice no te hace llorar.
Estas cebollitas se cultivan en el municipio de Ixil, donde año con año se dan a la ardua tarea de preservarlas.
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Esta especie de cebolla es una versión morada y pequeña, de sabor terroso y menos predominante, que dicen no te hace llorar aún en su variante blanca. Ambas se pueden conseguir únicamente en esta población.
¿Cuál es el origen de las cebollitas de Ixil?
La cebolla morada llegó a México durante el periodo de la conquista, pero ésta tomó características diferentes por las condiciones del suelo, resultando evidentemente más pequeña.
Además, su cultivo usaba técnicas ancestrales de siembra maya, lo que fue modificando el aspecto de la cebolla de Ixil y al mismo tiempo su sabor, que es dulce.
Las cebollitas de Ixil son de un tenue color morado y tienen un tallo verde alargado, del cual salen unas preciosas esferas blancas formadas de muchas florecillas.
Para poder sembrar las cebollitas moradas hay que ser habitante de Ixil, pues su cultivo sólo está permitido dentro de la población. La posesión de las semillas está bajo las leyes de la herencia de la gente que las siembra.
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El cultivo de las cebollitas de Ixil resulta largo, pues tardan hasta 6 meses y comienza en noviembre, mes en el que las semillas se empiezan a alimentar de agua con la finalidad de germinarlas.
En enero las semillas que ya presentan raíces son trasplantadas a la tierra donde crecerán y serán cosechadas en los meses de mayo y junio. Las variedades de las cebollitas de Ixil, la blanca y la morada, sólo se dan una vez al año.