Se trata de una de las razas de perros mexicanos más milenarios, pues desde los tiempos prehispánicos ha tenido gran importancia en la cultura. Los bellos Xoloitzcuintles eran considerados guardianes de los espíritus, que guiaban a las almas de los fallecidos por el largo y difícil camino por Mictlán, la ciudad de los muertos.
Se dice que la función más importante de los Xoloitzcuintles, era la de ayudar a pasar a las almas por un profundo y caudaloso río que atraviesa la tierra de los muertos. Así es como llega la leyenda de esta raza.
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¿Cuál es la leyenda del Xoloitzcuintle?
Aquellas personas que habían tratado más a los animales, en especial a los perros, el Colo se negaría a ayudarlo a pasar, por lo cual parecería y no sería capaz de cruzar. Mientras que las personas que habían tratado bien a los perros cuando se encontraban en vida, el Colo gustoso, tomaría el alma y la pondría sobre su lomo y la llevaría a salvo al otro lado.
La leyenda del Xolo cuenta que si este es color negro, no podrá llevar a las almas del otro lado del río, pues su color indica que él ya se ha sumergido en el río y ha guiado ya a suficientes almas a su destino. De igual forma, si el Xolo es blanco o de color muy claro, tampoco podría atravesar el rio, pues eso significa que es muy joven y aún no ha podido alcanzar la madurez para lograrlo.
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Solo cuando el Colo es de color gris jaspeado, color usual en ellos, podrá llevar a cabo la tarea.
