En Italia tienen experiencia con los estragos de una pandemia y las medidas de sana distancia, tanto que con la actual crisis sanitaria en algunas zonas de la Toscana vuelven algunas tradiciones medievales como las ventanas de vino.
Estos pequeños espacios que sobreviven en la mitad de las casas antiguas de La Toscana fueron creadas en el siglo XVII, durante una fuerte pandemia que obligó a todos a vivir en cuarentena y evitando el contacto humano lo más posible.
Luego de pasar en meses de confinamiento y con una de las peores cifras de muertos por COVID-19 al inicio de la crisis, Italia reabre sus locales y algunos se valen de las viejas ventanas de vino para reanudar operaciones sin exponerse al contagio.
Tradición medieval
De acuerdo con el reporte de The Daily Mail, las ventanas de vino se implementaron cerca de 1630 en la zona norte de La Toscana cuando una fuerte epidemia obligó a toda Italia a vivir en cuarentena y evitando el contacto físico.
Al igual que ahora en casi todo el mundo, los locatarios de aquel entonces se enfrentaron al reto de reabrir sus negocios con el riesgo de contagiarse, por lo que inventaron las ventanas de vino para evitar el máximo contacto.
Según el rotativo británico, algunos lugares siguen sirviendo vino mientras que otros ya son cafeterías que lo mismo venden café y helado a quienes se animan a salir a tomar en algo en la nueva normalidad de Europa.
Reconocimiento histórico
De los 300 inmuebles clásicos que han sobrevivido al tiempo y los cambios en la región, 150 cuentan con ventanas de vino que buscan ser reconocidas como testimonio histórico de la fuerza de la comunidad.
Existe una asociación que trabaja de la mano de las autoridades locales para poner placas en las ventanas de vino que sobreviven y que actualmente permiten a más italianos reanudar sus actividades sin exponerse a la COVID-19.