¿Qué más puede llamar a los viajeros que se dirigen a Ecuador que su delicioso clima y sus bellos paisajes? En la ciudad de Guayaquil hay una repuesta muy definida: una afortunada mezcla de tradición y modernidad. Si bien su gastronomía y la amabilidad de su gente son dos joyas de este país de Centroamérica, es con muchas más actividades que esta ciudad ecuatoriana está ganando presencia ante los buscadores de experiencias.
Por eso a continuación te mostramos algunos de los porqués de este “renacimiento” de Ecuador.
El Parque Histórico
Con 8 hectáreas de extensión, este parque localizado en Avenida Central y Avenida Río Esmeraldas, en Samborondón, tiene como objetivo recrear la arquitectura, las tradiciones y la vida urbana y rural de Guayaquil entre los siglos XIX y finales del XX.
Te puede interesar Las calles peatonales más bonitas del mundo
Se divide en tres áreas:
-
- Zona de vida silvestre. En un entorno maravilloso, puedes observar más de 50 especies, entre aves aves (papagayos, águila arpía —en peligro de extinción—, tucán de la costa y los patos María y Enmascarado), mamíferos (monos araña, micos, tapires, perezosos) y otros animales que hicieron del bosque su hábitat natural, como los caimanes de anteojos. No te pierdas la perspectiva que del bosque te dará el mirador a 11 metros de altura.
- Zona urbano arquitectónica. Revive la época dorada de Guayaquil como productor de cacao, a principios del siglo XX, con representaciones teatrales de ésa época. Podrás ver algunas casas representativas, como la de Julián Coronel y el Banco Territorial, edificado con madera y zinc, con su amplio y bello salón.
- Zona tradicional. Aquí podrás tener un paseo por una hacienda productora de cacao, para conocer todo el proceso de producción del chocolate. En esta zona podrás revivir toda la vida rural de la costa ecuatoriana y la llamada arquitectura campesina, como la Hacienda San Juan.
- Zona de vida silvestre. En un entorno maravilloso, puedes observar más de 50 especies, entre aves aves (papagayos, águila arpía —en peligro de extinción—, tucán de la costa y los patos María y Enmascarado), mamíferos (monos araña, micos, tapires, perezosos) y otros animales que hicieron del bosque su hábitat natural, como los caimanes de anteojos. No te pierdas la perspectiva que del bosque te dará el mirador a 11 metros de altura.
Ver esta publicación en Instagram
Puerto Santa Ana
Frente al río Guayas, en el Puerto Santa Ana, existe un plan que busca potenciar los atractivos turísticos de la localidad de Guayaquil. Es el Malecón 2000, el cual es un proyecto de regeneración urbana del antiguo Malecón Simón Bolívar.
El Hemiciclo de la Rotonda, varios museos y jardines, así como un área comercial son parte de este proyecto, eso sin olvidar las embarcaciones en las que podrás realizar paseos diurnos y nocturnos por el río Guayas.
Te puede interesar La Antigua Guatemala: ciudad protegida por volcanes
Nuestro muy querido Julio Jaramillo (quien precisamente nació en Guayas) tiene un monumento en este lugar, cuya música se activa cuando pasas enfrente. Termina de enamorarte de Puerto Santa Ana con una visita al Museo de la Cerveza, un recinto de 70 metros cuadrados donde hay una investigación realizada por la historiadora guayaquileña Jenny Estrada, quien desgrana los más de 100 años de esta bebida en Guayaquil. La sede el museo es en el mismo sitio donde antes funcionó la Cervecería Nacional, desde 1887.
Si buscas un hotel donde hospedarte, una experiencia de lujo en todo Ecuador es el Hotel Whyndham, con una vista panorámica de la ciudad y del Faro emblemático de de Guayaquil. Te recomendamos visitar el restaurante Río Grande, con sus cócteles de autor.
Que bonita q está Guayaquil, barrios como las peñas o nuevos proyectos como puerto Santa Ana le dan vida y luz a una ciudad que ahora tiene mucho q ofrecer. En Quito nos jactamos de un centro Colonial heredado donde los últimos alcaldes poco o nada han aportado. pic.twitter.com/3B7ytEyyOU
— Juan F Chediak (@Jfchediak) December 19, 2019
Barrio Las Peñas
Las casitas de colores sobre una colina son la marca cromática de este hermoso barrio de Guayaquil. Prepara tus pies y tus pulmones para subir la escalinata de 444 escalones del Cerro Santa Ana y disfruta de una vista panorámica inmejorable.
En la “multitud” de callecitas adoquinadas hay varios rincones llamativos y otros tantos bares para refrescar el alma con algunos tragos, y con los miles de colores como botana.
Te puede interesar De crucero por la Amazonía peruana
Ver esta publicación en Instagram
Con información de Bleu & Blanc
Te puede interesar Argentina: en el Chaco, campo sembrado de meteoritos