Entre los caminos paranaenses que se abren al interior del Parque Nacional Iguazú, se develan sus famosas cataratas. En particular, uno de los pasadizos nos conduce hasta la desafiante Garganta del Diablo, una de las caídas más impresionantes del mundo y la más importante de toda esta área natural.
Mientras diriges tu destino hacia el encuentro con la Garganta del Diablo, la travesía te va tapizando de mariposas de colores que se adhieren a tu cuerpo y rostro. Románticamente hablando, es como si te dieran la bienvenida al inframundo terrenal.
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Una vez que capturas el momento, el agua que escupe la Garganta del Diablo aleja esas almas con alas, para recibirte con con su caída de más de 80 metros, mientras ruge desde su profundidad y te muestra un puente de arcoíris.
Las Cataratas de Iguazú también se comparte con Brasil, así que desde la Garganta del Diablo se pueden visualizar los saltos del país vecino como el Floriano y Santa María, que parecen sincronizar su caída con el amo y señor de estas tierras coloradas.
El tour hasta la Garganta del Diablo
Sin embargo, un camino previo nos espera antes de conectar con la Garganta del Diablo, que comienza en la Estación Central donde hay que tomar el tren ecológico, para internarse entre la maleza de forma sigilosa, porque el respeto hacia el entorno es lo primero.
Cada 30 minutos salen los viajes, pero si se pierde uno, es buen pretexto para aprovechar ese tiempo mientras se cruza el Sendero Verde, una travesía que promete un contacto más íntimo con la naturaleza y que llega a la siguiente estación de la locomotora.
Es así cómo puedes aventurarte por este cosmos selvático que resguarda el Parque Nacional Iguazú, que desde 1984 es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Son tres largos días los que necesitas para explorar cada uno de sus rincones y descubrir el esplendor de las diversas caídas del río Iguazú, que en guaraní significa “Agua Grande”.
Cada uno de sus circuitos te lleva hacia diferentes saltos que tienen andadores para sentarse y dejarse llevar por el correr de su manantial. Hay varios gomones o balsas en el muelle flotante del Puerto Macuco, para dar una vuelta a través de su cañón.
Sobre estas naves que rodean la Isla San Martín, de nuevo se descubre ante ti la Garganta del Diablo, un ángulo que te permite ver cómo su poderoso torrente choca entre las rocas, mientras su eterno arcoiris se baña con sus aguas.
Pero la aventura continúa, hay que seguir la exploración a través de más circuitos, otros senderos y diversos saltos, los cuales son menos impresionantes, pero que no dejan de ser hermosos y fascinantes.
Curiosidades de las Cataratas de Iguazú
- más de 80 metros de altura tiene la Garganta del Diablo
- 150 metros de ancho y 700 metros de largo la conforman
- 1542 fue el año que Álvar Núñez Cabeza de Vaca descubrió las cataratas
- 1934 se creó el Parque Nacional de Iguazú
- 275 saltos que varían de 60 a más de 80 metros de altura
- 67 mil hectáreas atesora aproximádamente
- 2.7 kilómetros tienen de ancho las cataratas
- 430 especies de aves aproximádamente habitan aquí
- Más de 70 especies de mamíferos refugia