Después de que los últimos meses Bansky dedicara sus pinturas a temas relacionados con Covid-19, el artista admitió que era de su autoría la obra de la niña jugando al hula hula con una llanta de una bicicleta en Nottingham, Inglaterra.
Las últimas piezas de este artista callejero estuvieron dedicadas a temas relacionados con el coronavirus. El primero de ellos fue la actualización de una de sus obras. Hace algunos años antes de la pandemia, Bansky dibujó a una mujer con una perforación en la oreja, la cual estaba inspirada en la famosa obra Girl de del artista holandés Johannes Vermeer. A partir de la pandemia, la actualizó agregándole un cubrebocas quirúrgico. Al inicio no se creía que este elemento lo hubiera agregado el artista porque publicó la imagen en su Instagram meses después de encontrar la pintura modificada.
Además de esta pintura que retrató desde su ciudad natal, Bristol, también llenó de ratas el metro de Inglaterra, en el que pedía a los pasajeros cumplir el uso obligatorio de cubrebocas. Y por último, un enaltecimiento al personal de salud, poniéndoles capa en una muñeca de acción con la que juega un pequeño.
Bansky y su mensaje
Al no haber salido de esta crisis sanitaria, muchos dudaban que la reciente pintura de Nottingham fuera de su autoría. No obstante, uno de los expertos en el arte de Bansky dijo que probablemente el mensaje —al no estar vinculado con coronavirus— podría ser precisamente ese.
«Quizá ese sea el mensaje: ‘estamos en tiempos difíciles, tratemos de aprovecharlos al máximo y divertirnos un poco con algo que está roto'», aseguró el profesor Paul Gough, de la Universidad de Artes de Bournemouth.
Esta pintura se ubica afuera de un salón de belleza y en un barrio de estudiantes popular. Desde que el artista confirmó que la pintura era suya, mucha gente ha ido a tomarse foto a ese lugar.