Muchos de nosotros conocemos a Rapa Nui como la Isla de Pascua, célebre por sus enormes esculturas moais que son el emblema de este paradisíaco lugar. Es aquí donde la magia cobra vida a través de su gente y tradiciones que vale la pena descubrir.
Su hermosa silueta está enclavada en el Pacífico, en una región que se conoce como la Polinesia; así que a Rapa Nui se le considera la isla más remota del mundo.
Quedó anexada a Chile en 1888, pero para llegar hasta su encuentro debemos viajar 3 mil 700 kilómetros desde las costas de este país sudamericano.
Pero, ¿por qué se le conoce como Isla de Pascua? La historia nos cuenta que fue bautizada por el comandante holandés Jacob Roggeveen, durante un viaje de exploración realizado en 1722.
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Rapa Nui no era la meta, sino la Terra Australis Ignota (un continente imaginario), pero en su camino dio con un enigmático archipiélago justamente el día que se celebra la Pascua. Bueno, hasta aquí nuestro dato curioso para continuar ahora nuestro propio recorrido.
Para empezar, debes saber que 163 kilómetros cuadrados de su superficie son de origen volcánico y que 40% de su territorio es considerado como Parque Nacional Rapa Nui, con la intención de proteger sitios arqueológicos y sus maravillas naturales. Razón por la que la UNESCO lo declarara como Patrimonio de la Humanidad.
Rapa Nui enigmático
Ya comentábamos sobre sus estatuas antropomorfas de piedra volcánica, que en idioma rapa nui se les denomina Moai Aringa Ora, es decir, «el rostro vivo de nuestros antepasados».
De acuerdo con los estudiosos de Rapa Nui, estos colosos representaban a los ancestros que eran poseedores de la energía mana, mediante la cual podían proteger no sólo al hombre de esta tierra, también a sus cosechas.
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Pero además de sus moai, Rapa Nui también se debe conocer a través del espíritu de su cultura, que sigue presente entre sus habitantes, quienes gustosos comparten su lengua, deliciosa gastronomía, exóticos bailes, música y vestimentas tradicionales.
En Rapa Nui hay que descansar en sus playas rosadas o aventurarse entre sus olas mientras practicas surf; también hay que explorar sus volcanes y andar a pie, bicicleta o a caballo por sus praderas.
Para mimetizarte con todas sus costumbres, tienes que visitar Rapa Nui en febrero, cuando se realiza la fiesta de la Tapati. Durante este encuentro podrás experimentar su verdadera esencia, incluso pintarte el cuerpo tal como lo hacían sus ancestros.