El Mausoleo de Octavio Augusto, tumba del primer emperador de Roma, ha visto pasar todas las etapas históricas de Italia y su capital, desde que el jerarca lo mandó a edificar para su dinastía en el año 28 a.C.
Este recinto ha vivido de todo: saqueos en la Edad Media; ha sido un jardín colgante, anfiteatro, castillo; funcionó como escenario de espectáculos taurinos. En la época del fascismo, el Mausoleo fue restaurado; sin embargo, cayó en el olvido tiempo después.
En 2007 se realizaron trabajos de excavación con fines arqueológicos, pero fue hasta 2016 cuando comenzó una extenuante restauración del mismo con fines culturales y turísticos. Este año abrirá su puertas para mostrar al mundo entero las joyas y tesoros históricos del Imperio Romano que guarda en su interior.
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Un Mausoleo para la eternidad
Este imponente Mausoleo lo mandó a construir Augusto 30 años antes de su muerte; allí fueron enterrados otros miembros de su dinastía. Se eleva sobre una base de mármol travertino suntuoso y en su parte más alta se encuentra una estatua del fundador del Imperio Romano.
El Mausoleo se ubica en el centro histórico de Roma, a un lado del Museo del Ara Pacis y a pocos pasos del puente y castillo de San’t Angelo. Tiene un diámetro de casi 90 metros y una altura de al menos 45 metros. Su forma circular recuerda a las más antiguas tumbas etruscas.
De acuerdo con diversos historiadores y arqueólogos, en el centro del cuerpo cilíndrico se abría una puerta hacia el sur similar a una escalera. En su interior se encontraba la celda sepulcral que albergaba las urnas con las cenizas de los familiares de Augusto y probablemente la urna del emperador estaba ubicada en el cilindro central, correspondiente a la estatua que se encuentra en la parte superior.
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Cerca de la entrada, posiblemente sobre pilares, fueron colocadas las tablas de bronca grabadas con la Res Gestae, inscripción en la que se cuentan las hazañas políticas de Augusto, redactadas por él mismo.
De los más de 13 mil metros cuadrados de muros que se ven, casi la mitad se remonta a la construcción original de Augusto. Su infraestructura ha sido reforzada y se construyeron algunas otras para brindar los servicios necesarios para su apertura al público.
El recorrido por el museo contará con nuevas tecnologías y realidad virtual para darle vida a este lugar. Las visitas tendrán una duración aproximada de 50 minutos. Los recorridos, los cuales hay que reservar previamente mediante su sitio web, comenzarán a partir del 1 de marzo próximo y se realizarán durante todo 2021, y el acceso será gratuito para residentes romanos.
