En años recientes se ha venido presentando una constante problemática en las costas de Quintana Roo, se trata del sargazo, el cual comenzó a apoderarse de las playas del estado desde finales de 2014 y se agravó en 2015; sin embargo, en 2018 se intensificó de gran manera y ha vuelto para este 2021.
En días pasados, la Red de Monitoreo del Sargazo Cancún dio a conocer que un total de 40 playas reportan una excesiva presencia de sargazo, mientras que en 11 se presenta de forma moderada, en 15 muy bajo y en otras 14 no hay.
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Los puntos identificados son Punta Marona, Punta Bete, Xcalacoco, Punta Esmeralda, Playa El Recodo, Playa Mamitas, Playa Fundadores, Playa Ferry, Playacar Zona Hotelera, Kantenah, Akumal, Bahía Príncipe, Xcalel-Xcacelito, Punta Soliman, Tankah, Tulum, Ruinas, Tulum Zona Norte, Punta Piedra, Tulum Zona Hotelera Sur y Arco Maya, entre otras.
En Cozumel, la parte este de la isla registra una cantidad excesiva, los sitios identificados son Punta Mola, Punta Xhanan, Playa Bonita, Playa Mezcalitos, Punta Morena, Playa Chen Río, Playa San Martín, Playa Bush, Playa Encantada y Punta Celarain.
¿Qué es el sargazo?
Es una macroalga marina que flota en la superficie del océano y que en su equilibrio ecológico sirve como hábitat para una gran cantidad de especies marinas, ya que proporciona alimento, sombra y sirve como refugio para peces, camarones, cangrejos y tortugas, según menciona la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
¿De dónde proviene el sargazo que invade Cancún?
Las macroalgas que invaden las costas de Quintana Roo provienen de dos lugares, de las Islas Bermudas y del norte de Ecuador. Primero se acumulan en las costas brasileñas y las corrientes marinas las arrastran hacia el Caribe, aseguran investigadoras del Instituto de Ciencias del mar y Limnología de la UNAM.
De acuerdo con las investigadoras, su tamaño aumenta exponencialmente cada 18 días, debido a que los residuos orgánicos se transforman en nutrientes, de ahí que su tamaño crezca radicalmente.
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¿Es dañino?
Rosa Elisa Rodríguez Martínez, de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales del Instituto de ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, aseveró que el sargazo que llega a las costas de Quintana Roo desde 2014, contiene arsénico, cobre, manganeso y molibdeno, que en altas concentraciones puede ser dañino tanto para seres humanos como para la flora y fauna.
En un estudio realizado en 2018 y 2019 por Rodríguez Martínez, se encontraron elementos como aluminio, calcio, cloro, cobre, hierro, potasio, magnesio, fósforo, plomo, rubidio. azufre, silicio, estroncio, torio, uranio, vanadio y zinc, entre otros.
Un golpe a la economía local y una disminución en el turismo
La acumulación de sargazo en las costas genera que se descomponga y desprenda un olor fétido, lo que ocasiona que la arena obtenga una textura rasposa y cambie de color, al igual que el agua del mar. Esto hace que el turismo se aleje y dejé de llegar, provocando severos daños en la industria turística y en la economía estatal.
