Los primeros rostros de Loreto fueron los guaycuras o waicuras, pueblos nativos de Baja California Sur, estado que resguarda a este Pueblo Mágico. Así que uno de sus ángulos es atractivo para lograr hazañas entre la naturaleza, pero tiene otro lleno de mucha cultura, donde el escenario es el mar y la sierra. Lo que nos hace recordar las palabras de sus ancestros al referirse a este sitio como: “el lugar donde las montañas se vienen a nadar”.
Pero antes de dedicarnos a recorrer su hermoso centro, que es otro de los rostros de Loreto, qué tal si nos aventuramos primero hacia sus cristalinas y turquesas aguas, para conocer la Isla Coronado, un volcán dormido con formaciones rocosas. Ofrece una playa de arena blanca para pasar un rato agradable, o para practicar actividad en su mar tranquilo.
Son 25 minutos los que hay que navegar hasta ella, tiempo suficiente para admirar el paisaje y, si la suerte nos sonríe, delfines acompañan a la embarcación mientras deleitan con su estilo acróbata.
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Este rincón forma parte del Parque Nacional de Bahía de Loreto, integrado por una diversidad de animales como su famosa colonia de los lobos marinos y en temporada de avistamiento, refugia a ocho especies de ballenas. Asimismo recibe al tiburón ballena con el cual se puede nadar para explorar de cerca su enorme físico.
Para disfrutar este rostro de Loreto hay que rentar los servicios de touroperadores, que ofrecen actividades como buceo, snorkel, kayak, stand up paddle surf, velero o catamarán y kite surfing. Así que por aventura no se sufre.
Sigue el tour por los rostros de Loreto
Para entender la historia de este Pueblo Mágico hay que seguir los rastros de la misión jesuita de Nuestra Señora de Loreto, encargada de evangelizar a los “californianos”, como llamaban a los nativos.
De este punto observamos otro de los rostros de Loreto, así que comencemos a explorar su centro, que aprovechó el padre Juan María de Salvatierra para fundar su orden en 1697, por esta razón se le conoce como «La Madre de las Californias».
Si se desea conocer más sobre el tema hay que visitar la iglesia de la Misión de Nuestra Señora de Loreto y Museo de las Misiones, que exhibe las costumbres de los indígenas guaycuras, el desarrollo de esta congregación, la llegada de los españoles y la creación de los ranchos californianos que actualmente existen.
De aquí partimos a la avenida principal, Salvatierra, ideal para comer en uno de sus restaurantes de cocina tradicional o internacional. Ahí no faltan las tiendas con los souvenirs clásicos, pero tampoco las hermosas artesanías que también muestran uno de los varios rostros de Loreto.
Este recorrido nos enseña cada una de las fachadas que distingue la arquitectura de este destino como la Casa de Piedra, la Romanita, la de la Abuela que datan del siglo XVIII y XIX. Así es, uno más de los rostros de Loreto, que le brindan un aire entre místico, energético, melancólico y a la vez seductor.
No queda otra más que visitar este Pueblo Mágico para experimentar los rostros de Loreto, que no solo cautivan al turismo nacional; en otras latitudes su nombre es bien conocido y para varios extranjeros, uno que otro ángulo que lo compone también.