El desgaste de cada fachada arquitectónica de Sombrerete es el verdadero sentido de su belleza, que se extiende por varias casonas y otras edificaciones construidas durante el Virreinato, las cuales dan muestra del poderío que existía durante su época minera, que se desarrollaba con bastante auge en este Pueblo Mágico de Zacatecas.
De Sombrerete se extrajo oro, plata, estaño, mercurio y plomo, riqueza que atrajo a las familias más acaudaladas de aquellos tiempos, para contribuir a su crecimiento.
Mientras ese auge minero se daba a manos llenas, se plasmaba entre sus calles un estilo elegante en cada edificio colonial, que hoy en día se mantienen de pie para beneplácito de sus visitantes.
Esta localidad zacatecana es llamada así por el gran parecido con el cerro que se encuentra ubicado al noreste del municipio, que se le conoce como Sombreretillo, bautizado así por la similitud de los sombreros que usaban los colonizadores.
Ver esta publicación en InstagramUna hermosa fotografía de nuestro #Sombrerete #PuebloMágico #elmásfotogénico Foto de: René Castañeda
Sombrerete es un Pueblo Mágico para disfrutar con tranquilidad, recorriendo su historia por construcciones religiosas creadas por frailes franciscanos, entre las que destacan la parroquia de San Juan Bautista, el templo de Santo Domingo, de San Francisco y de las Madres Capuchinas, así como el convento de San Mateo.
Igual que otros destinos de la región, este pueblo también encierra leyendas muy buenas y entrañables, pero la más mencionada por el orgullo que representa para sus habitantes, es la fiel creencia de que el inventor Thomas Alva Edison nació en este lugar zacatecano —aunque luego adoptó la nacionalidad estadunidense—, a pesar de que no hay pruebas que den veracidad del hecho.
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Sombrerete de noche
Es tradición encontrar entre las plazas y andadores a vendedores callejeros que ofrecen las típicas “Brujitas”, un tipo de quesadillas fritas en aceite rellenas de carne deshebrada, papa, queso y frijoles que satisfacen y alegran el paladar por su gran sabor.
En la actualidad, las noches son todo un clásico en Sombrerete y se disfrutan entre bares con propuesta en mixología de primera y cervezas artesanales. Así que a visitar La Barra, ubicada a un costado de la plaza que antiguamente se llamaba El Jardín de la Condesa, zona de tabernas y restaurantes.
Es uno de los lugares más emblemáticos para muchos, se trata de un museo viviente que atesora reliquias históricas, además posee un acervo aproximado de 600 cervezas artesanales.
Sombrerete se diversifica en sus servicios de hospitalidad. Un gran cantidad de casonas antiguas ahora ofrecen sus servicios, tanto a viajeros como lugareños, bajo el concepto boutique, para permitir la experiencia de pasar unos días entre edificaciones que aún conservan su espíritu colonial.
Sin embargo, también hay pequeños hoteles familiares que son cómodos y más económicos.
Así que en este Pueblo Mágico para pasar unos días en completa paz, aislado del mundo estresante que hoy en día se vive, mientras se contempla la belleza arquitectónica del destino, entre historias fascinantes de su pasado, gastronomía local y vida nocturna tranquila para darse el tiempo de paladear un trago.
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