A 25 kilómetros del Pueblo Mágico de Zacatlán de las Manzanas se halla este importante espacio natural conocido como el Valle de las Piedras Encimadas, donde colosales rocosos se dejan al descubierto al bajar la neblina.
Las formaciones caprichosas que resguardan el Valle de las Piedras Encimadas pueden alcanzar hasta 20 metros de altura. De acuerdo con expertos, hace 65 millones de años el viento, la lluvia y el sol comenzaron a esculpir estas rocas calizas.
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El Valle de las Piedras Encimadas, que forma parte del territorio poblano, resguarda aproximadamente 60 monolitos, muchos de estos representan para el imaginario popular, figuras de la vida cotidiana, así que los pobladores fácilmente les han otorgado algunos nombres curiosos que ahora los identifican.
Pora ahí se podrá observar la cabeza de Popeye, el elefante sentado, la virgen, la familia, el caballito de mar, la foca, la lechuza, la mamá cariñosa, la pareja ideal, más aquellas que el visitante logre observar en el Valle de las Piedras Encimadas.
Valle de las Piedras Encimadas de aventura
De acuerdo con científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Valle de las Piedras Encimadas estas esculturas pétreas causadas por la erosión, se caracterizan por un aspecto de lavas de color café o gris oscuro. Además contienen cristales de cuarzo y feldespato en grandes cantidades.
Al Valle de Piedras Encimadas se le conoce como un parque ecoturístico, así que además de admirar a estas hermosas formaciones rocosas, realizar caminatas entre sus áreas verdes para tomar la foto de redes sociales y disfrutar de una carne asada, también se pueden realizar varias actividades relacionadas con la aventura.
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Para admirar desde los cielos el esplendor del Valle de las Piedras Encimadas, hay que lanzarse por la tirolesa, pero si la intención es seguir admirando la belleza extraña de sus gigantes, entonces se pueden hacer excursiones en bicicleta y para los más osados que realmente aguantan el frío, hay áreas exclusivas para acampar.
Es importante respetar y seguir el reglamento del Valle de las Piedras Encimadas, primero para respetar su zona natural, así como su fauna y flora. También es de suma relevancia contratar guía si se ingresa después de las 5 de la tarde, principalmente en horario invernal, pues como la marea, la neblina comienza a subir y es fácil perderse en sus entrañas.