Una gran parte de los viajeros hemos comprado o utilizado alguna vez una alcancía para guardar nuestros ahorritos. Pero, ¿sabes de dónde son originarias las alcancías de puerquitos? A continuación te lo platicamos.
Esta artesanía de barro es originaria de Tlaquepaque, Pueblo Mágico de Jalisco, y es un clásico y referente en los talleres de alfarería de la región hace ya varias décadas; se convirtió en la preferida de turistas nacionales y extranjeros.
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Los hacedores de las alcancías de puerquitos
En el taller de barro de Manzano Galán se moldean los puercos más tradicionales de la región; hay de varios tamaños, posturas, con y sin pelo, entre algunas características, pero todos tienen una agradable expresión.
Las alcancías de puerquitos se elaboran con moldes; primero se moldea el cuerpo, le siguen las patas y posteriormente se unen todas las partes. Al final, se elaboran a mano las orejas y se adhieren al cuerpo, y se tallan ojos, trompa y demás detalles. Estas figuras se venden al natural, es decir, sin pintar o en tono negro.
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Otro reconocido alfarero de la región es César Lucano y su familia, quienes se dedicaron más a la pintura y fabricación de alebrijes de papel. Pero un día todo cambió, cuando uno de sus sobrinos le pidió ayuda para crear una marioneta de barro.
Fue entonces cuando surgió su amor por este material y decidió combinar los alebrijes con los puercos, dando como resultado alcancías de puerquitos bastante coloridas, pintadas de diferentes maneras, combinando detalles estilísticos de la cultura mexicana con el color.