Las Cemitas es uno de los manjares que puede ofrecer la variada gastronomía poblana, este platillo es rico, económico y sobre todo lleno de historia, te contamos más acerca de este delicioso platillo.
Emparentada con otros antojitos mexicanos
Las cemitas por increíble que parezca es «pariente» de muchos de los antojitos mexicanos más famosos. Incluso el historiador de CONACULTA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) Carlos Eduardo Benítez: « “La cemita poblana tiene historia propia, es hermana de la torta, prima cercana del pambazo (francés), parienta lejana del paste y del emparedado (sandwich), ambos de origen inglés, y precursora histórica de las tortas gigantes que hoy se venden en gran parte de la República“.
Surge en el Virreinato
El pan para las cemitas surge en el Virreinato, que eran panes hechos como tributo a la Corona Española, estos panes eran salados y huecos, preparados para resistir largos meses de navegación.
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Nombre por mezcla cultural
El nombre de cemita pudo haber surgido por el pan sin levadura de origen judío llamado semita, que se preparaba por la comunidad judía sefardita en España.
La comida del pueblo
Las cemitas tal y como las conocemos nacieron por el siglo XIX cuando comienza el auge de la industria textil y artesanal en Puebla. La cemita era el almuerzo de obreros y artesanos ya que era económico, práctico, rendidor y además de que podía compartirse; posteriormente se comenzó a adornar el pan con ajonjolí.
