Los expertos de Bodegas Gallegas explican que vivir la experiencia de catar vinos a ciegas viene bastante bien para evitar que se llegue a prejuzgar la marca o la botella, así, tan solo de forma gustativa y olfativa se puede saborear y disfrutar de este elixir de uva.
Catar vinos a ciegas es una práctica que pone a prueba a los expertos en la materia, sin embargo, para los que no tenemos grandes conicimientos al respecto, también resulta una grata sorpresa para nuestros sentidos encontrar alguna etiqueta, que no cuenta con grandes distintivos, pero que llega producir grandes emociones.
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De acuerdo con Bodegas Gallegas, esto de catar vinos a ciegas requiere de toda una preparación, es como un tipo ritual del que serás partícipe, en donde hay que seguir una serie de pasos, que prometen una experiencia sensorial única, en cuanto a este tipo de vivencias se refiere, claro está.
Primero se disponen en el lugar de encuentro las botellas sin identificar, recordemos que catar vinos a ciegas forma parte de los concursos de vinos, porque permite a los sentidos el descubrimiento de nuevos sabores, etiquetas y, por ende, casas vinícolas.
Las fases para catar vinos a ciegas
Algunas bodegas nacionales e internacionales ofrecen catar vinos a ciegas cubriendo los ojos de los participantes, pero no es necesario si la etiqueta queda tapada durante el desarrollo del evento, la intención es que la vista también forme parte importante de este proceso de descubrimiento y ya comprenderá por qué.
En esta práctica de catar vinos a ciegas el primer paso es sensibilizarnos con el color de líquido que tenemos frente a nosotros. Gracias a ello se puede conocer la edad, por ejemplo, mientras más claro, por lo general resulta ser joven.
Durante este paso también se puede descubrir su graduación al moverlo la copa, que dependiendo de la velocidad que se le imprima, se facilita conocer si tiene una graduación más alta o más baja.
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¡Nos gusta catar vinos a ciegas! #vino #vinos #wine pic.twitter.com/ix506SYc8Q
— Verema (@Verema) October 20, 2014
Bodegas Gallegas comparte que la segunda fase en el ejercicio de catar vinos a ciegas es la olfativa, para buscar los olores primarios evitemos agitar la copa, movimiento que se debe hacer una vez que se han identificado, ya que motiva a los secundarios. En el caso de los reciarios solo los expertos están capacitados para encontrarlos.
Pasamos a la penúltima fase de esta experiencia de catar vinos a ciegas y es la gustativa. Una vez que entra en la boca se debe mover de lado a lado, esto sirve para buscar los cuatro sabores básicos: salado, dulce, ácido y amargo
A continuación interviene el tacto, es decir, en boca se busca la textura como la suavidad y untuoso, que de acuerdo a los especialistas, esto lo convierte en un buen vino. En caso de encontrar rugosidad o astringencia, entonces resulta desagradable.
Como parte final de esta fase de catar vinos a ciegas, se debe valorar si al expulsar el aire por la nariz se mantiene los mismos aromas que en boca. Así como se vive esta experiencia que como se dan cuenta, es completamente sensorial.
Como parte final de esta fase de catar vinos a ciegas, se debe valorar si al expulsar el aire por la nariz se mantiene los mismos aromas que en boca. Así como se vive esta experiencia que como se dan cuenta, es completamente sensorial.