Sabemos que mandar nuestra carta en globo a los Reyes Magos es una acción muy linda; con esta tradición se elevan nuestros deseos, esperanzas y alegrías, con la fe de que sean recibidos por estos seres que hoy por la noche nos visitan. Sin embargo, contamina nuestro planeta.
Cierto, es una noticia que duele desde varios ángulos, pero es necesario sumar esfuerzos —mucho mejor si es desde pequeños— para reducir nuestra huella ambiental, pues desafortunadamente el material con el que se fabrica, tarda hasta 450 años en degradarse.
Por esta razón, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) invita a las niñas y niños de México a dejar de comunicarse y pedir sus juguetes por medio de este método, recordando que a partir del 1 de enero de 2021, la CDMX comienza una nueva era libre de plásticos.
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⚠️ Atención ⚠️ Nuestr@s niñ@s tienen un mensaje importante dirigido a los Reyes Magos 👑 🧙🧙♂️👑 #AdiósALosDesechables https://t.co/OvuVc3beN3 pic.twitter.com/M59AEAyTAp
— Secretaría del Medio Ambiente (@SEDEMA_CDMX) January 2, 2021
Cuidado con la carta en globo
Pero no es el único problema que provoca a la Madre Tierra. Resulta que también representan un grave peligro para las aves y especies marinas. Un globo puede recorrer hasta 3 mil kilómetros, así que la probabilidad de que llegue al océano es muy alta, aunque el punto de partida sea la ciudad.
Se ha demostrado que al ser ingerido por tortugas, éstas se asfixian; incluso, una investigación realizada por el Institute for Marine and Antarctic Studies (IMAS) y del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), demostró que el plástico blando como el globo es la principal causa de muerte de las aves marinas.
IMAS y CSIRO aseguran que una sola pieza ingerida por estos animales puede ser mortal. Así que ante la evidencia, es momento de reflexionar si mandaremos nuestra carta en globo a los Reyes Magos o sólo colocamos en el zapato, una vieja tradición que se ha olvidado. También podemos echar a volar el ingenio mexicano, que para eso nos pintamos solos.