Xochimilco se caracteriza por sus canales y sus recorridos en trajinera. ¿Sabías que una vez hubo manatíes en sus aguas?
Si bien esta región fue considerada Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1987, décadas antes de su nombramiento se presentó un enorme problema ecológico en sus aguas: el lirio acuático las infestó y se convirtió en una plaga.
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Xochimilco, ¿su nuevo hogar?
Ante esta situación, en 1976 el entonces delegado Mariano Velasco Mújica llevó cuatro manatíes para que erradicaran la plaga. Sin embargo, la página Yo Amo Xochimilco refiere que fueron 28 ejemplares, por lo que se desconoce el número exacto.
Los manatíes son mamíferos herbívoros que pueden vivir en agua dulce o salada y no representan ningún riesgo para la población. Por eso fueron traídos del río Grijalva y los soltaron en los canales sin avisar a los habitantes de la zona.
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Ese error creó pánico entre los pobladores, quienes creyeron que se trataba de monstruos devora-almas y de inmediato comenzaron a cazarlos. El resultado desafortunado: ni eran monstruos ni acabaron con el lirio.
A raíz de esta caza, los manatíes fueron exterminados y sus restos fueron a parar en diferentes platillos mexicanos. De esta historia nació una leyenda: «almas malditas» navegan por las aguas de Xochimilco y aún se pueden ver a la luz de la Luna.
