Poleana, el complejo juego de mesa que nació en la prisión

Representa la vida en la cárcel y el deseo de libertad

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Foto: Poleana/Facebook

La poleana o poliana es un juego de mesa cuyo objetivo es avanzar fichas alrededor de un tablero. Es sumamente popular en lugares como billares, cantinas, pulquerías y en algunos barrios populares como Iztapalapa o Tepito.

En el Barrio Bravo incluso se organizan torneos, casas y talleres de poleana —generalmente se juega al calor de unos tragos y es una excelente manera de compartir un rato agradable con los amigos—.

La poleana es un juego sumamente complejo —se ha comparado en complejidad con el ajedrez—, debido a sus reglas, estrategias y los cálculos matemáticos que deben realizarse durante las partidas, las cuales pueden durar varias horas.

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Tableros de poleana

Para jugar poleana se necesita un tablero especial, fichas y un par de dados. Los tableros son cuadrados y en el centro puede tener un hueco donde suelen depositarse monedas, fichas o dados. Por lo general, se fabrican de madera, aunque también hay algunos labrados en materiales como piedra.

El diseño de los tableros es fascinante: hay sencillos, con sólo unos detalles de color, y otros pueden contener grabados de dioses y elementos prehispánicos como la Piedra de Sol, cráneos, animales, flores, colores y hasta personajes de la cultura pop como superhéroes, personajes de películas y más.

Una historia de libertad

Es un secreto a voces que la poleana nació en las prisiones de México y fue inspirado en el juego prehispánico patolli, el cual jugaban mayas, toltecas y mexicas; el patolli constaba de un tablero con una cruz en diagonal, dividida en casillas y cinco frijoles que fungían como fichas o dados.

Hay quienes aseguran que surgió en las oscuras e infames celdas del penal de Lecumberri, aunque lo cierto es que la poleana representa la estructura de la cárcel en el tablero: se retratan las estancias, las celdas, el patio y el castigo, las fichas serían los reos y los dados, el ansia de la libertad.

La poleana llegó a las calles gracias a los familiares de los reos o de ex reclusos que volvían a los barrios en los que crecieron.

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¿Cómo se juega?

  • Las reglas de la poleana pueden cambiar dependiendo el lugar —en cada penal, las reglas son distintas—, pero hay ciertos patrones básicos:
  • Se debe avanzar por todas las casillas para dar una vuelta completa al tablero y salir.
  • Se usan dos dados.
  • Cuatro fichas por jugador.
  • Participan entre dos y cuatro jugadores.