México es sumamente rico en historia, tradición, cultura y gastronomía, en este último rubro existen infinidad de opciones para deleitar al paladar, entre ellas se encuentran las charamuscas, un dulce típico cuyo aspecto pareciera no ser tan agradable pero su sabor es delicioso.
Charamuscas, un dulce alusivo a las momias
Las charamuscas son originarias del estado de Guanajuato, cuya forma hace alusión a las emblemáticas momias. Las tradicionales están elaboradas a base de piloncillo con leche, coche y nuez, mientras que en otros estados como San Luis Potosí y Michoacán, llevan piloncillo y mantequilla y tienen forma de espiral o de cuerpo humano.
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Debido a las características de su elaboración, las charamuscas deben trabajarse con velocidad, ya que una vez que el caramelo se enfría, no se puede moldear.
Su color es dorado y cristalino y son decoradas con un tradicional sombrero y sarape. Su tradición es tal que, es común encontrarlas en los mercados, comercios y puestos que se encuentran a lo largo y ancho del estado, pero no son exclusivas de Guanajuato, ya que también las venden en Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí y el norte de Veracruz.
Significado
Charamusca significa cenizas o leña menuda con la que se hace fuego en el campo. Pero aunque no tenga nada que ver con el fuego, estos dulces típicos fueron bautizados con el mismo nombre.
Historia de las charamuscas
La fecha exacta de su creación es incierta, lo único que se sabe es que las charamuscas comenzaron a elaborar en la segunda mitad de la colonia (1521-1810), inicialmente tenían forma de churro, pero con el paso de los años fueron modificando su forma hasta adoptar la de una momia, toque muy distintivo del estado.
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Receta
Ingredientes
- 2 tazas de piloncillo rallado.
- 2 tazas de azúcar.
- 3 cucharadas de mantequilla.
- 2 cucharadas de nuez picada.
Preparación
Lo primero que hay que hacer, es poner a fuego lento una cacerola con agua, añadirle el azúcar, la mantequilla y el piloncillo, hasta que se disuelva un poco, mientras se mezcla con una pala para evitar que se pegue o se queme.
Una vez que se forme la pasta, se retira del fuego y se deja entibiar un poco. Cuando se encuentra a temperatura adecuada, se empieza a manipular, según la forma que se desee (churro o momia).
