La gastronomía mexicana tiene infinidad de opciones por ofrecer, algunas muy populares y otras no tan conocidas, lo cierto es que todas son deliciosas, tal es el caso del pan de pulque, el cual mezcla lo mejor de dos culturas: el pulque mexicano y el trigo español.
¿Qué es el pan de pulque?
De acuerdo con Laroussecocina, es un pan elaborado con una masa hecha con harina de trigo, huevo, leche o agua y en ocasiones manteca de cerdo, a la cual se le agrega el elixir de los dioses (pulque) para fermentar; y se elabora de diferentes formas y tamaños.
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En el pasado, el pan de pulque era muy famoso y se consumía con frecuencia, ya que este era prácticamente el único agente con el que se podían fermentar las masas; sin embargo, con la desaparición de las haciendas pulqueras su popularidad fue desapareciendo, así como el consumo del pulque, de ahí que únicamente se encuentre en algunas regiones del país, como: Hidalgo, Querétaro, Tlaxcala, Puebla y en algunas regiones de al CDMX.
Origen
El origen del pan de pulque proviene del mestizaje entre las culturas mesoamericanas y europeas. El pulque es una bebida tradicional de las sociedades precolombinas en México y se consideraba una bebida espiritual, de ahí que sea conocido como la bebida de los dioses.
El trigo por su parte, es uno de los cereales que los europeos trajeron al continente americano y de inmediato fue adoptado. Actualmente es un ingrediente esencial dentro de la gastronomía mexicana.
Como mencionamos anteriormente, el pulque era empleado anteriormente para fermentar la masa que se empleaba para elaborar panes, principalmente en el centro del país. El pan de pulque también es conocido como pan mestizo o pan de burro, ya que tanto el pulque como el pan se transportaba en estos animales domésticos.
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Receta
Ingredientes
- 625 gramos de harina de trigo
- 125 gramos de azúcar refinada o morena.
- 15 gramos de levadura seca.
- 250 ml. de pulque.
- 2 huevos.
- 140 gramos de manteca vegetal.
- 1 cucharada de canela en polvo.
Preparación
Primero se forma una maza con la harina, la levadura y el azúcar y se arma una especie de rodete, luego se añaden los huevos al centro y se amasa durante 10 minutos.
Posteriormente se incorpora la canela y la manteca y se vuelve a amasar durante 10 minutos. Se cubre la masa con un lienzo húmedo y se deja reposar en un sitio cálido para que aumente su tamaño.
Una vez que la masa aumentó de tamaño se poncha y se divide en pequeñas porciones. Se engrasa una charola y se untan las porciones con manteca y se dejan reposar hasta que aumente su tamaño.
Se hornea a 200°C durante 20 minutos y se sirven los bollos. Por último, se degustan los panecillos con el pulque.
