Para comprender el proceso de los acontecimientos que sucedieron dentro del Antiguo Palacio de la Inquisición en la Ciudad de México, hay que regresar al año de 1488, cuando se formó el Consejo de la Suprema y General Inquisición, en España.
Una institución que se encargó de temas como la hechicería, el sexo, los pecados de la fe y para calificar los libros que podían leer los cristianos. Sin embargo, había un acto que merecía mayor castigo: la herejía.
Aquel que no fuera católico; que se expresara mal del Papa, o de cualquier autoridad religiosa y que propagara conceptos no aceptados por la Iglesia, era sometido a la tortura, incluso podían ser acusados de tener pacto con el demonio.
En América, el Antiguo Palacio de la Inquisición comenzó a construirse en 1732, para ser concluido cuatro años después, por órdenes del Tribunal del Santo Oficio, que se estableció en la isla de Santo Domingo -antiguamente como La Española-, gracias al cardenal Adrián de Utrecht.
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¿Qué es actualmente el Antiguo Palacio de la Inquisición?
La obra quedó en manos del maestro mayor de las Obras Materiales del Santo Oficio, el arquitecto Pedro de Arrieta y se erigió al norte de la Plaza de Santo Domingo, entre el templo del mismo nombre y la Real Aduana. Para la capital novohispana, tuvo gran importancia social, política, económica y religiosa.
A lo largo de 84 años, el edificio fue sede del Tribunal del Santo Oficio. Para 1820, el Antiguo Palacio de la Inquisición fue clausurado de manera definitiva. Fue hasta 1838 cuando el inmueble se subastó públicamente, pero nadie lo compró, hasta que lo habitó temporalmente el Arzobispado de la ciudad.
Posteriormente se convirtió en la Lotería Nacional, para después usar las instalaciones como escuela primaria, e incluso, de cuartel militar. Finalmente, en 1854 se convirtió en la Escuela de Medicina, sin embargo, en 1956 se trasladó a Ciudad Universitaria.
Para 1980 se concluyeron los trabajos de remodelación en el Antiguo Palacio de la Inquisición y ese mismo año se inauguró el Museo Palacio de la Escuela de Medicina que todavía funciona como tal. El edificio aún pertenece a la UNAM y en él se refugia la Biblioteca Dr. Nicolás León, el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina y el archivo histórico de la Facultad de Medicina.
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