En México no existe platillo más tradicional que el mole; sin embargo, de este se derivan un sinfín de variantes de diferentes colores, sabores y texturas, una de ellas es conocida como Manchamanteles y se trata de un mole sumamente laborioso y exquisitos que sin duda alguna te hará chuparte los dedos y paso mancharte un poquito.
¿Qué es el Manchamanteles?
De acuerdo con Larousse Cocina, el manchamanteles es un mole espeso de sabor dulce, elaborado con carne de cerdo preparada con chile ancho, clavo, pimienta, canela, cebolla, tomillo, orégano y ajo molido. Sin embargo tiene una peculiaridad y es que se le agregan trozos de frutas tropicales como piña, pera, manzana y plátano macho.
El Manchamanteles es un platillo típico de Puebla y Oaxaca y es considerado un plato de fiesta, por lo que es común encontrarlo durante festejos patronales y bodas. Tradicionalmente son las mujeres quienes se encargan de su preparación.
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Origen y cómo se prepara en diferentes regiones de México
Al igual que la mayoría de platillo de México, existen múltiples historias sobre su creación; sin embargo, el origen del Manchamanteles se lo pelean entre Oaxaca y Puebla, entidades con el mayor número de recetas de moles.
Una de las más sonadas sobre la creación de esta delicia cuenta que se creó en un convento poblano por una monja clarisa que estaba sorda y debido a su falta de oído, confundió los ingredientes del mole poblano y le agregó chile, plátano, pera, manzana y piña; dando como resultado algo sorprendente y delicioso que gustó tanto a las monjas que lo comieron desesperadamente y mancharon el mantel que cubría la mesa.
Otra historia asevera que se creó en Oaxaca, formando parte de los siete moles: el colorado, el Manchamanteles, el chichilo, el verde, el amarillo, el colorado y el negro.
CDMX
De acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, el Manchamanteles aparece en diferentes fechas según el lugar en el que se prepara: CDMX (Jueves de Corpus) y se cocina con jícama y se le adicionan pocas especias.
Oaxaca
En Oaxaca se hace con chiles guajillo y ancho a los que se suma el pasilla oaxaqueño para darle un toque más picante y ahumado, asimismo se le adiciona jitomate, ajonjolí, cebolla, almendra, nuez, pasas, ajo, clavo, pimienta negra y gorda, canela, orégano y trozos de plátano macho y piña.
Puebla
En Puebla se considera un platillo festivo y la carne se fríe en manteca de cerdo, junto con frutas como durazno, pera, manzana y plátano macho, en una salsa de chiles mulato y ancho.
Guerrero
En el estado de Guerrero se guisa con carne de pollo o gallina en una salsa de chile ancho y se le añade chile guajillo y jitomates asados.
Jalisco
Se hace con carne de cerdo o guajolote; mientras que la salsa se hace con chile ancho y pasilla, jitomate, vinagre, especias, ajo, azúcar, chorizo y frutas.
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Receta
Ingredientes
- 300 gramos de lomo de puerco
- Sal al gusto
- 1 ramillete de hierbas de olor
- 1 1/2 pollo partido en piezas
- 3 chiles anchos desvenados y suavizados
- 3 chiles mulatos desvenados y suavizados
- 1 cebolla grande
- 2 jitomates asados y pelados
- Manteca de cerdo o aceite de maíz para freír
- Caldo donde se coció el lomo y el pollo
- 3 duraznos pelados y rebanados
- 1 pera pelada y cortada en trozos
- 2 manzanas peladas y cortadas en trozos
- 1 plátano macho y rebanado
- 1 cucharada de azúcar
Preparación
Cuece el lomo en agua con sal y un ramillete de hierbas de olor. A media cocción, incorpora las piezas de pollo para que las dos carnes se cuezan al mismo tiempo. Retira del fuego, cuela y rebana el lomo.
Muele los chiles en la licuadora con la cebolla y los jitomates, cuela y fríe la manteca. Agrega caldo donde se cocieron las carnes, deja hervir y agrega el pollo y el lomo, seguido de los duraznos, la pera y las manzanas.
Por último, agrega el plátano y una cucharada de azúcar antes de servir.