La Torta Ahogada tiene su propio día de celebración; el 12 de septiembre. Si has probado este platillo entiendes las razones de su éxito, visitar Jalisco y no probar las tortas ahogadas de Guadalajara, es dejar ir la experiencia y placer de degustar esta tradicional maravilla.
¿Cuál es el secreto? Pues la verdad es que no es nada fácil de reproducir en algún otro lugar, el pan que se utiliza no es bolillo normal. Resulta que el birote que se usa en ese rico plato, solo puede producirse en ahí por cuestiones referentes a la presión atmosférica.
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¿De dónde vienen las tortas ahogadas?
La leyenda dice que a principios de siglo un campesino llegó a su casa con tanta hambre que tomó lo primero que vio (un birote, carnitas y salsa roja) al probar esa mezcla, se sorprendió por lo delicioso del platillo. También se dice que todo surgió en el puesto de José y su Bicicleta, establecimiento aún presente muy cerca de la Calzada Independencia en el Centro, donde primero se bañaban los tacos y después con las tortas se hizo lo mismo.
El platillo parece muy simple, consiste en un birote salado relleno de carnitas, con cebolla (unos dicen que blanca, otros que morada), frijoles, limón y bañada en salsa de tomate y chile del más picante.
Al final se trata de una explosión de sabores en la boca de quien lo degusta, ¿ya se te antojaron? Pues es un buen momento para preparar una buena torta ahogada tu mismo.
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Ingredientes
- Birotes de Guadalajara 5
- Carnitas 500 g
- Jitomate 12
- Chile de árbol 10
- Vinagre blanco 10 ml
- Frijoles refritos 300 g
- Cebolla blanca 1
- Dientes de ajo 3
- Repollo picado finamente 300 g
- Comino en polvo
- Orégano seco
- Clavos de olor 5
- Limón 5
- Sal
- Cilantro 10 kg
Pon a hervir los jitomates, cuando estén a punto de salsa retira seis de la cacerola y muélelos en la licuadora con dos tazas de la misma agua donde se cocinaron.
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Agrega el ajo, media cebolla, comino, clavo y un poco de sal.
En un sartén caliente vacía este puré y condimenta con orégano. Deja que hierva con fuego muy bajo unos cinco minutos más.
Vamos con una salsa más picosa. Esta vez lo que tienes que hacer es tomar los dos jitomates hervidos que sobraron y licuar con los chiles de árbol, dos dientes de ajo, un cuarto de cebolla y sal.
Corta por la mitad los birotes, quítales un poco de migajón y rellénalos de una capita de frijoles refritos, así como una porción generosa de carnitas.
Colócalos en el medio de un plato grande y un poco hondo. Luego salséalos con el puré sin chile. Deja que remojen unos tres minutos y coloca encima el repollo y unas rebanadas de cebolla.
Pasado el tiempo, ponle encima un poco de la salsa picante al gusto y decora finalmente con hojitas de cilantro. Hay quienes le ponen un poco de crema, pero eso también queda a tu criterio.