Los Ángeles se ha convertido en el destino favorito de los cinéfilos. Y cómo no serlo si es en esa ciudad en la que se encuentra Disneylandia, un museo dedicado a Walt Disney y su familia, el Paseo de la fama y las principales productoras como Paramount se encuentran en ese barrio llamado Hollywood.
La historia sobre cómo esta ciudad de Estados Unidos se conformó como esencial para el séptimo arte es muy extensa. Sin embargo, hay varios elementos clave para entender por qué se ha consolidado como la capital de la industria cinematográfica.
Desde antes de que llegara el cine a Estados Unidos, la gente consumía vorazmente obras de teatro en Broadway. Por lo mismo, la sociedad comenzó a identificar y seguir el rastro de ciertos actores y actrices de teatro. Es así, que después de la Primera Guerra Mundial, EE. UU. se recuperó y comenzó a invertir más en la industria cinematográfica. Dentro de esa estrategia, se encontraba aquella llamada star system en la cual se le exigía a los actores firmar un acuerdo de exclusividad, de manera que pudieran asegurar el éxito de una serie de películas.
A su vez, los productores independientes buscan no quedarse atrás y buscan sus propias estrellas por lo que comienzan a crear íconos del cine como Charles Chaplin. En conclusión, la guerra entre el cine independiente y Hollywood surge en Los Ángeles y esa batalla provoca el crecimiento de la industria del cine.
Además, un segundo elemento sumamente importante fue que el género de cine más antiguo fue el western y los alrededores desérticos de Los Ángeles eran locaciones perfectas para ese tipo de películas.
Es así como poco a poco la industria del cine sentó sus cimientos en esta bella ciudad que ahora es de visita obligatoria para cualquier cinéfilo.