Puerto Vallarta es más que playas y para muestra un botón. Así que prepara una mochila con impermeable, donde coloques todo lo necesario para vivir la aventura, pues recorrerás caminos sinuosos entre cascadas y ríos, que prometen paisajes inolvidables.
La ruta inicia a bordo de una camioneta desde Puerto Vallarta que te conduce hasta el embarcadero de Marina Vallarta. Es la primera parada para desbordar la emoción, pues subirás a una lancha inflable de alta velocidad que te transportará hasta la playa Boca de Tomatlán, a lo largo de 20 minutos.
Ya que arribaste hasta esta parte del pueblo, ahora viajarás en un Unimog, gigantescos camiones alemanes que se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial. A partir de aquí es mejor que te prepares mentalmente, porque la travesía requiere de mucho desgaste físico, pero repleto de diversión. Es el lado ecoturístico de Puerto Vallarta.
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El movimiento de este tanque indica que te vas adentrando a la selva, pero no hay riesgo si sigues alerta y bajo las indicaciones de tus guías. Son 30 minutos de camino para llegar a tu encuentro con hermosas cascadas, donde vas a practicar rappel.
Pero tu descenso arranca en otra parte, así que prepárate, cuélgate de nuevo el equipaje y monta una mula designada para ti, que te conducirá hasta lo alto de la montaña en 15 minutos. Como ves, aquí el ritmo es completamente diferente que en Puerto Vallarta.
Una propuesta ecoturística de Puerto Vallarta
Ahora sí, has llegado a la primera tirolesa, donde realizarás una travesía de 200 metros de distancia, desde las alturas podrás admirar la belleza del bosque selvático de Puerto Vallarta.
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La siguiente aventura consiste en descender a rappel por dos imponentes cascadas que forman dos albercas naturales; junto en estas podrás refrescar todos tus sentidos con sus aguas heladas. De aquí, directo a dos puentes colgantes que debes atravesar, para incrementar tu diversión, ya tendrás tiempo de descansar en Puerto Vallarta.
Continúa el rostro extremo de Puerto Vallarta a través de un tobogán de 10 metros de altura que te conduce a una poza natural esculpida entre cascadas. ¡Ey! Aún no termina, porque te espera otro que tiene una caída de más de 150 metros, sí, ahora sí descargas todo tu adrenalina, pero vale la pena vivirlo.
