Durante tu visita en las Grutas de Coconá, la primera historia que vas a escuchar de sus cronistas es la de aquellos hombres que salieron a cazar, un día de 1876, cuando de repente, los ladridos de sus perros se escuchaban como eco.
Intrigados, los hermanos Rómulo y Laureano Calzada Casanova siguieron las vibraciones que emitían los canes, mismas que los condujeron hasta la entrada de una caverna. Para su sorpresa, descubrieron lo que más tarde llamarían como las grutas de Coconá.
Pero fue hasta 1892, cuando un hombre tuvo el atrevimiento y osadía de adentrarse por completo a sus fauces. Su nombre era José Narciso Rovirosa Andrade, destacado científico y naturalista tabasqueño.
Su exploración en las grutas de Coconá duró cuatro horas, tiempo para analizar y estudiar el lugar, así determinó que su cavidad cuenta con una longitud de 492 metros, divididos en ocho salas, algunas las que bautizó como “Salón de los Fantasmas”, “Salón Manuel Villada”, “Salón Ghiesbreght”, “Salón Mariano Bárcena” y “Salón de las Palmas”.
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¿Cómo llegar a las grutas de Coconá?
Para adentrarte a sus profundidades, primero debes arribar a la comunidad de Teapa, en Tabasco, donde encontrarás el Monumento Natural Grutas del Cerro Coconá, declarado como Área Natural Protegida, en 1988.
Se trata de un parador hermosamente ataviado de exuberante vegetación tropical, que ofrece varios servicios turísticos como palapas, juegos infantiles, asadores, estacionamiento y un restaurante.
Sus guías son jóvenes de dicha comunidad, quienes han sido capacitados para volverse todos unos expertos y conocedores de las grutas de Coconá, así que son los anfitriones que te invitan a transformarte en todo un explorador de este universo subterráneo.
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Una vez en las entrañas de las grutas de Coconá, podrás admirar una galería que revela idílicas formaciones creadas por estalactitas colgantes de su techo, pero también hay un grupo que tapiza su suelo, entre las que destacan: el monje, la muela del juicio, la familia de King Kong, el racimo de plátano y muchas más.
Al continuar el camino, se llega hasta un conjunto de columnas y estalagmitas que forman parte del “Salón de los Fantasmas” y otras que se admiran en la “Catedral Sumergida”, con hermosas cascadas y columnas pétreas.
Otra de las bellezas que encierran las grutas de Coconá es el Cenote de los Peces Ciegos, de 25 metros de diámetro y con una profundidad de 35 metros. Se puede continuar en el “Salón del Viento”, donde fueron desenterrados los huesos de un mamut en 1979. Pero su máxima representante es la “Gran Bóveda”, con 115 metros de largo, 26 de ancho y 25 de alto. Una de las formaciones más famosas es el rostro de Cristo.
Ubicación
A tres kilómetros del norte de Teapa, en el ejido de Eureka y Belén, en Tabasco, se encuentran las grutas del Coconá. Su nombre proviene del zoque y significa “agua profunda”.
Horarios:
De lunes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas
Costo:
50 pesos para adultos
25 pesos para niños y niñas
Mayor información:
Sitio Oficial de Turismo de Tabasco