Muy cerca de Mazatlán se encuentra un paradisiaco litoral repleto de rocas volcánicas que resguardan la historia de los primeros pobladores de América: Las Labradas, cuyo nombre se debe a los petrograbados ubicados sobre la superficie de la playa.
Se localizan en el municipio de San Ignacio, cerca de las playas de Barras de Piaxtla, las cuales comprenden una porción del área central de Sinaloa, delimitada en forma transversal desde el río Presidio hasta el río San Lorenzo y, longitudinalmente, por la Sierra Madre Oriental y el océano Pacífico.
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La fama de Las Labradas surgió en el año 2002, cuando este sitio se convirtió en noticia por la existencia de cientos de grabados sobre la costa. En 2012 fue declarada Zona de Monumentos Arqueológicos, gracias a sus más de 600 grabados rupestres sobre las rocas de origen volcánico.
Los petrograbados corresponden a figuras antropomorfas, zoomorfas, fitomorfas y geométricas como círculos concéntricos, espirales y cruces, entre otras. Estos afloramientos se asocian a grandes cantidades de cantos rodados, que al parecer son vestigios de un viejo río que desembocaba en este sitio.
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Larga historia de Las Labradas
Algunos de estos grabados rupestres fueron realizados entre los años 750 y 1250 d.C.; aunque de acuerdo con las más recientes investigaciones, es probable que algunos daten de la era arcaica (3000 a.C.).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los antiguos artistas aplicaron la técnica conocida como incisión por percusión directa, seguida del pulido mediante piedras y abrasivos; algunos trabajos son de esbozo y formados por puntos continuos.
En uno de los conjuntos de petrograbados hay uno que ha sido denominado por los arqueólogos como el reptil antropomorfo, es decir, con forma humana. Por este motivo, Las Labradas son sumamente visitadas por grupos ambientalistas, turistas, viajeros y arqueólogos que se dan cita para contemplar su belleza y preservar estas antiguas expresiones artísticas.
Sin embargo, existen reglas para visitar Las Labradas: no se permite fumar ni introducir bebidas o alimentos, tampoco el acceso a mascotas y se pide evitar cualquier tipo de contacto con las figuras grabadas en las rocas.