La Ruta del Cacao es un road trip que comienza en Comalcalco (Tabasco), un paraíso natural donde se encuentran dos de las haciendas cacaoteras más importantes de México.
Además del fruto de este árbol, hay una inmensa riqueza histórica y culinaria en este municipio, pues en sus tierras se dan ingredientes únicos e indispensables para la gastronomía nacional.
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Comalcalco
Su nombre significa «casa del comal» y es una zona arqueológica ubicada al occidente de Tabasco, en la cual los mayas chontales se asentaron por considerarla perfecta para el cultivo de cacao, gracias a su microclima cálido. Posee un centro ceremonial llamado Joy Chan, que en maya significa «cielo rodeado».
El valor de la semilla radicaba en que era uno de los ingredientes preferidos por las élites en aquella época, porque elaboraban bebidas energéticas y medicinales con base en este producto. Además, era utilizado como moneda de cambio.
Una peculiaridad de Comalcalco son sus estructuras de ladrillos de barro y revestidas de estuco, las cuales están unidas con una pasta de cal mezclada con conchas de ostión, materiales que abundan en la zona.
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Hacienda La Luz
Hace más de 30 años, Federico Otto Wolter, inmigrante alemán, compró las tierras donde se encuentra la Hacienda La Luz. Hoy son propiedad de su nieta, Ana Parizot Wolter, quien ha mantenido a flote una de las haciendas locales más importantes.
Este lugar es una parada turística obligada; tanto para comprar cacao como para conocer la historia y recorrer sus rincones. En este sitio se modernizó la producción para elaborar barras luego del refinamiento del chocolate.
Este recinto fue pionero en el cultivo de este semilla, así como en la elaboración de una barra de chocolate estilo belga, por medio del refinamiento de su materia prima.
Hacienda Jesús María
Es un recinto mágico que requiere reservación para ser visitado; cuenta con recorridos por los rincones de la hacienda, donde se muestran los procesos de producción y recolección del cacao hasta la elaboración de una barra.
Asimismo, se dan pequeñas pruebas de los productos que aquí se elaboran, como el mucílago, con el cual se hace una rica mermelada; además, se enseña a diferenciar entre el cacao criollo, forastero y trinitario (el más consumido en el ámbito mundial).
La Hacienda de Jesús María es perfecta para comprar productos elaborados con cacao como manteca, chocolate semiamargo y alfajores de chocolate, entre muchos otros.
