Los dulces son un infaltable dentro de la gastronomía mexicana, tal es el caso del chimbo chiapaneco, un exquisito postre jugoso, acaramelado y de color amarillo, que tiene como base un pan casero conocido como marquesote, creado por la comunidad zoque para deleitar los paladares.
El chimbo es un dulce típico de Chiapas con gran arraigo cultural, consumido principalmente en la zona central del estado en municipios como Comitán, Chiapa de Corzo y San Cristóbal de Las Casas.
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El chimbo podría entenderse como un pan marquesote, también conocido como «mamón» por su porosidad, empapado con almíbar o miel con canela y anís estrella, que le brinda una textura única y un sabor particular. Suele acompañarte de café.
La materia prima para su elaboración son la harina, huevo, agua, miel, canela. Primero se amasa la harina, se coloca en un molde para obtener el panecillo, se coloca en el horno para su cocción, luego se le agrega huevo y las yemas que fueron licuadas anteriormente; una vez enfriado se le agrega miel y canela o anís estrella.
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Es común encontrar el chimbo en mercados públicos, tanto en el Gustavo Díaz Ordaz o Rafael Pascasio Gamboa, donde mujeres de la comunidad zoque la ofertan. Así como en la Plaza 31 de marzo o en Comitán.
Las mujeres se colocan en las entradas principales de los centros de abasto, algunas se hacen acompañar de sus hijas, cada una tiene su propio canasto de dulce, chimbo, higo, caramelo, nuégado, turulete, entre otros.
El chimbo también se vende en los restaurantes y suele tener un valor de entre 50 y 60 pesos por cuatro panecillos.