La Lobera es un imponente cráter esculpido por el mar y el viento a lo largo del tiempo, donde se hallan decenas de focas y lobos marinos descansando, nadando y tomando el sol plácidamente, como si se encontraran de vacaciones en un paradisíaco lugar.
La Lobera es uno de los tesoros mejor guardados de la Península de Baja California, se ubica a 8.5 kilómetros del El Rosario, en el camino a San Quintín. Escondido entre el desierto, arrecifes y mar se halla un mirador, donde es posible apreciar como disfrutan y conviven decenas de focas y lobos marinos en un parque acuático natural.
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La Lobera, refugio de lobos marinos y focas
La Lobera se ha convertido en el hogar de decenas de estos mamíferos acuáticos; sin embargo, es común ver una mayor cantidad de estas especies durante el mes de febrero, ya que llegan en gran número para tener sus crías.
Visitar este santuario de focas y lobos marinos es todo un goce, no solo por la majestuosidad de ver a estos animales por montones, sino también por la belleza que enmarca el lugar, con sus aguas azul turquesa y sus colinas color ocre, que combinan perfectamente con el entorno y que se ha vuelto un imán de turistas.
¿Cómo llegar a La Lobera?
En el kilómetro 47.5 de la carretera Transpeninsular, se asoma un sendero de terracería entre montañas y valles desérticos, que lleva directamente a La Lobera. El recorrido aproximado es de 4 kilómetros sobre un camino desértico, por lo que se recomienda hacer uso de vehículos de doble tracción o todo terreno.
Durante el trayecto se puede contemplar de la contrastante y singular belleza bajacaliforniana, que va de árboles hasta montañas rocosas que desembocan en el océano y cactus, así como admirar de algunas especies que merodean la región, como los «juancitos» (ardillas pequeñas), águilas pescadoras, entre otras especies.
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A lo largo del trayecto que pueden disfrutar de una gran cantidad de acantilados, además de una hermosa playa de piedra y muy cerca de ahí se halla una granja de abulones donde cultivan estos moluscos.
Lo que no debes hacer en La Lobera
Una vez que llegues a La Lobera: santuario de los lobos marinos, no se permite hacer ruidos fuertes que perturben la tranquilidad de estos animales ya que este es su sitio de descanso y donde acuden para tener a sus crías, tampoco está permitido arrojarles comida, basura ni cualquier otro objeto. Se pide encarecidamente respetar la flora y fauna del lugar y no dañar el encanto natural de la región.