El municipio de San Juan Ixtenco, en Tlaxcala, forma parte de los 68 pueblos indígenas que aún existen en el país y se dice que es el último bastión de la lengua y cultura yumhu, que traducido al español significa otomí. Además, su pueblo es considerado como el heredero y guardián del maíz.
Esta comunidad que se ubica en las faldas del volcán La Malinche -también conocido como Matlalcueye-, ha resguardado sus tradiciones por más de 500 años, razón para ser reconocida en 2014, como el último reducto indígena otomí en el altiplano tlaxcalteca, por el Pleno de la LXI Legislatura Local, que avaló el dictamen de las Comisiones Unidas de Educación, Ciencia, Tecnología y Cultura y la de Derechos Humanos.
De esta manera, queda establecido por ley que Ixtenco es el único municipio del estado, donde aún se habla dicha lengua y se destaca por preservar ricas tradiciones culturales y religiosas, donde destacan artesanías como la confección de blusas y camisas de pepenado, así como la elaboración de mosaicos aprovechando la variedad de texturas, tamaños y colores de diversas semillas que se cultivan en sus campos.
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#Hoy festividad de #sanJuanBautista, en #Ixtenco, #Tlaxcala se celebra la fiesta patronal, con restricciones ante #COVID19.
— Raul Roberto Reyes R (@RaulRobertoRR) June 24, 2021
El pueblo con reminiscencia #otomí elabora el mole de #matuma o de mayordomía; destacan prendas bordadas con técnica de #pepenado y alfombras de semillas. pic.twitter.com/YNrhgP2ujG
Ixtenco, el guardián del maíz
Hablando se semillas, los habitantes de Ixtenco también son reconocidos por resguardar celosamente una diversidad de maíz como el morado, rosa, cacahuazintle, gatito, trigueño, sangre de Cristo y tunicata, nombrado así por los agrónomos, el cual es una raza muy primitiva del maíz ajo.
Cada una de estas especies ha sido herencia de sus ancestros, quienes encomendaron la tarea de “nunca perder este maíz” y los ixtenguenses se han esforzado en preservarlos a través de los tiempo, e incluso, ni siquiera son comerciales en México.
Los yumhu, como se autodenominan los otomíes de Ixtenco, son personas alegres y amigables, quienes muestran la variedad de delicias que elaboran al nixtamalizar el maíz, así que en tu próxima visita podrás degustar tortillas, tamales, tlatloyos, enchiladas, quesadillas, pinole, burritos y en atoles, como el morado, que requiere más de 36 horas para su preparación.
Cómo llegar
Dirígete a la autopista México-Puebla, toma la salida a Tlaxcala a la altura de San Martín Texmelucan, pasando la caseta rumbo a Veracruz, a solo 20 minutos está la desviación a Tlaxcala, después tomar hacia la carretera de Huamantla, hasta encontrar la desviación hacia Ixtenco. Tiempo aproximado: 2 horas con 12 minutos.
Si viajas en autobús, tienes que tomarlo desde la terminal de la Tapo: ATAH -autobuses Tlaxcala-Apizaco-Huamantla-, el costo promedio del boleto es de 150 pesos por persona, con salidas cada 15 minutos. Tiempo del viaje de 2 horas y media. Por la pandemia de Covid-19, es probable que las corridas hayan cambiado, es mejor verificar.
Mayor información:
https://www.visitatlaxcala.com.mx