Guadalajara, mejor conocida como «La Perla Tapatía«, es uno de los destinos más hermosos de toda la República Mexicana, gracias a sus cielos azules y nubes extremadamente blancas que engalanan de forma única su impresionante arquitectura.
Guadalajara, una de las ciudades más importantes de México
El desarrollo industrial, económico, además de su hermosa arquitectura pero sobre todo su legado histórico y cultural, han hecho de Guadalajara una de las ciudades más importantes de México, de ahí que sea considerada como la «Perla Tapatía«, pero de ¿dónde viene este mote?
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Se dice que una de las razones es por su belleza y agradable clima ya que nunca hace demasiado calor ni frío, por lo que la palabra «Perla» representa la perfección, y se le agrega «Tapatía«, por el gentilicio de los pobladores originarios de Guadalajara, Jalisco.
El origen de la palabra data del siglo XVII y proviene del vocablo náhuatl «Tlapatiotl» que significa «que vale por tres«, ya que así se nombraba al sistema comercial de los tianguis de Guadalajara, en los que se hacían intercambios o trueques.
El centro de la ciudad está diseñado en cuatro cuadrantes que en conjunto forman una cruz, y en cada una de las secciones se erigen hermosos edificios que datan de la época colonial. La principal construcción es la Catedral, uno de los primeros inmuebles de la «Perla Tapatía«.
¿Qué hacer?
Lo primero que debes hacer en la Perla de Occidente es dar un breve recorrido por Chapultepec, donde podrás admirar las construcciones y trazos urbanos de la Escuela Tapatía de Arquitectura, así como la Casa Iteso Clavijero, una de las mejores construcciones de Luis Barragán.
Posteriormente hay que visitar el centro histórico o Plaza de Armas, así como los edificios que han marcado la historia de Guadalajara. Lo primero es visitar el Palacio de Gobierno, un recinto de gran relevancia durante la Guerra de Independencia y que destaca por la obra del muralista José Clemente Orozco.
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Un recorrido por la Catedral es algo que no puede faltar, un inmueble que ha sufrido diversas modificaciones a causa de incendios y terremotos; sin embargo, sigue conservando su belleza y esencia barroca que contrasta con el neogótico de sus torres.
El templo de San Agustín es otro de los infaltable, su construcción se remonta al siglo XVII y destaca por su fastuosa fachada barroca que combina con elementos neoclásicos. A un constado se encuentra el ex Claustro de San Agustín, actualmente sede de la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara.
El Museo Cabañas no puede faltar ya que es uno de los inmuebles más hermosos de toda la Perla de Occidente, de ahí que haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este recinto originalmente era un hospicio, hoy en día es uno de los espacios culturales más importantes de la ciudad y resguarda obras de grandes artistas como José Clemente Orozco.
Muy cerca de ahí se encuentran joyas arquitectónicas como el Hospital San Miguel de Belén, mejor conocido como el Hospital Civil, catalogado como el más grande de América Latina en el siglo XVIII. A escasos metros se encuentra el Templo del Carmen, construido junto al claustro de varones fundado por las Carmelitas Descalzas.
Por último, sobre la Avenida Alcalde se encuentra la Casa de los Perros cuyo nombre deriva de las leyendas que rodean a este inmueble y las estatuas de los canes que vigilan sigilosamente la fachada y que aparentemente cobran vida, según cuentan.