Durango es un estado muy peculiar ya que podría decirse que hay más alacranes que habitantes, no por nada es conocida como la tierra del alacrán, pues estos animales se pueden ver todos lados, en los murales, artesanías, símbolos y hasta en la gastronomía, ¿te atreves a comer un alacrán?
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Durango, el estado que no le teme a los alacranes
Sin embargo, por extraño que parezca, no hay tantos alacranes en Durango como en el bajío y aún así tiene la fama de ser la tierra del alacrán, es por eso que en esta entidad ya nadie les teme, por el contrario, aprendieron a vivir con ellos y para sus habitantes es de lo más normal.
Aquí es común ver este pequeño animal en llaveros, ceniceros, relojes, monederos, vasos y en cualquier otra parte que se te ocurra seguro encuentras uno, incluso los puedes hallar en alimentos y bebidas, y de paso hasta en su santo patrono religioso (San Jorge).
En Durango existen siete diferentes especies de alacrán, entre ellos figura uno de los más peligrosos del país, el Centuroides Sufusus. Durante los primeros años de la entidad las muertes por la picadura de este animal eran la principal causa, generalmente de niños.
De ahí nació el dicho «San Jorge Bendito, amarra a tu animalito con tu cordón bendito, para que no nos piquen ni a mí ni a mis hermanitos«. Pero eso no es todo, en algún momento la situación fue considerada de alto riesgo y las autoridades daban una compensación de 3 a 5 centavos por cada alacrán capturado, fue así como surgió el oficio de alacranero.
Alacraneros
Los alacraneros eran personas que deambulaban por la periferia de la ciudad con una vara y una botella en mano, herramientas que eran empleadas para capturar a estos arácnidos peligrosos. Incluso había niños que se ganaban la vida capturando estos animales para vendérselos al gobierno.
Algunos alacraneros utilizaban una técnica bastante ingeniosa que consistía en echarle un puñado de tierra al animal, posteriormente le soplaban cuidadosamente hasta que la cola del arácnido apareciera entre la tierra y así pudieran cogerlo de ahí y depositarlo en una botella.
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Alacranes, un manjar comestible
Por extraño que parezca, en Durango es de lo más normal comer alacrán, es por eso que en el Mercado Gómez Palacio se pueden encontrar clavados en palillos en forma de banderilla para degustarlos con un buen mezcal.
¿Son saludables o peligrosos?
Los alacranes entran en el rubro de comida exótica, pero ¿son dañinos?, algunos lugareños aseguran que no y que lejos de hacer daño son benéficos para el desempeño sexual de los hombres, así como curar heridas, enfermedades reumáticas e incluso para el cáncer, pero esto no tiene un sustento científico.
¿Cómo se comen?
En Durango se preparan fritos o tostados al comal y se comen en tacos o banderillas, pero existen restaurantes donde los preparan en caldillo duranguense o los agregan a las salsas y también se comen como botana.