Si piensas recorrer las calles de Zacatecas, una de las ciudades con grandes riquezas arquitectónicas y naturales, pero también con tradición minera. Debes perderte entre sus hermosos callejones para ver cada una de las fachadas de las casas, así como de la hermosa Catedral de la Basílica de Zacatecas, la cual está dedicada a Nuestra Señora de los Zacatecas.
Al mismo tiempo, no dejes de lado conocer la Mina el Edén, la cual fue descubierta en 1586 y fundada en 1620, este recinto está lleno de encanto, pues sus increíbles túneles permanecen a través del tiempo. Aunque eso sí, han sido modificados para el turismo desde los años 70, 15 años después de que se suspendiera la producción minera.
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Luego, en 2004, Mina el Edén tuvo una remodelación donde se integró un impresionante trabajo artístico para que en su interior también se albergara un centro nocturno, así como lo lees, aquí puedes tener una velada divertida y completamente diferente, eso sí, el recorrido se hace exclusivamente en tren.
Cuando entras a la Mina el Edén es todo un espectáculo, ya que puedes pasear por los túneles y galerías, para después ir en tren al socavón ‘La Esperanza’ o bien, dar una caminata por el túnel ‘El Grillo’ que sobreviven en la mina del siglo XVI. Descubre más de los Túneles, las misteriosas galerías, los puentes colgantes, a sí como de las leyendas tenebrosas, etc.
¿Por qué es tan importante la Mina el Edén?
Históricamente, Mina el Edén, es una de las minas más ricas de la Nueva España, la cual fue descubierta en 1586 y ubicada prácticamente en lo que hoy es el centro histórico de Zacatecas, la ciudad que fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Aquí está el famoso Museo de las Rocas y Minerales, uno de los puntos que pasan casi hombro con hombro con varias figuras a tamaño natural de minero en plena jornada de trabajo.
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Podrás escuchar la narración de la leyenda del minero Roque, un trabajador que se encontró con una gran roca de playa y para no compartirla, la escondió para recogerla al final de la jornada, pero cuando intentó buscar su tesoro no pudo encontrarlo y después comenzó a blasfemar. Como castigo divino hubo un derrumbe que lo sepultó, luego el cuerpo no fue recuperado.