¡La tradición culinaria de los rarámuri en México perdura y sigue siendo un elemento fundamental de su cultura! Estas comunidades indígenas mantienen viva la cocina tradicional de sus antepasados, que no solo les proporciona alimento, sino que también es el centro de sus ceremonias colectivas y una forma de compartir y convivir con otras familias.
En estas ceremonias, se acostumbra comer platos como el tonare, que es carne cocida desmenuzada, el kichari, una refrescante bebida hecha de maíz crudo molido en un metate con agua, y el tesgüino, una bebida esencial en la vida de los rarámuri. El tesgüino se utiliza para resaltar la convivencia y el esfuerzo, así como para celebrar, ya que se considera el alimento fundamental de los dioses y se ofrece al sol, la luna, los cuatro puntos cardinales y los campos de cultivo.
Antes de servir los alimentos, se realizan rituales de ofrenda al dios en un ritual llamado tutugúri. Estos rituales consisten en realizar danzas propiciatorias de las lluvias durante los meses de mayo y junio. Es una manera de agradecer y pedir por la fertilidad de la tierra y el éxito de las cosechas.
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En las familias tarahumaras, también se disfrutan platos como papas cocidas molidas en metate con sal, habas cocidas, papas con chile colorado, frijoles caldosos con tortillas de maíz y garbanzos cocidos. Durante la Semana Santa, se acostumbra realizar comidas colectivas donde se sirven calabacitas en rodajas, chicharra, habas en caldo y frijoles con fideos.
Otra celebración importante en la tradición tarahumara es el día de Santa Rosa, el 31 de agosto, donde se realiza la ceremonia del Maíz Tierno. Durante esta ceremonia, se ofrecen elotes cocidos como ofrenda en el ritual del tutugúri, para luego ser compartidos con los invitados.
Además de su rica gastronomía, la tradición tarahumara tiene una concepción única de la vida y la salud. Según su creencia, el ser humano está compuesto por un cuerpo y una o más almas. Las enfermedades más graves son aquellas que pueden causar la pérdida definitiva de las almas y suelen ser atribuidas a hechiceros o al consumo de plantas como el jícuri o el bakánowi.
Estos ingredientes se combinan en la cocina tradicional tarahumara para crear platillos salados y dulces que deleitan el paladar y reflejan la diversidad y riqueza de la región. Entre los platillos salados más destacados se encuentran el chile con queso, la carne seca norteña, las tortillas de harina, los burritos, el jugo de carne, el caldo de oso, la discada, la carne seca en chile pasado, el menudo al estilo Chihuahua, la carne en chile colorado, la trucha empapelada, el chile con queso fundido o asado, la cecina, la machaca con huevo, los frijoles meneados, la carne asada con cebollitas, las papas, las tortillas y la salsa, las gorditas de cuajada y el queso asadero en chile pasilla.
En cuanto a los platillos dulces, no pueden faltar las manzanas con nuez, el pinole, las rayadas de Parral, el pay de manzana, el zwieback (pan menonita), los buñuelos, el jamoncillo de leche y las torrejas de almendras. Para acompañar estas delicias, se disfrutan diversas bebidas como el atole, el tepache, el jugo de durazno y de manzana. Además, en ocasiones especiales se pueden disfrutar bebidas espirituosas como el sotol, el tesguino, el vino de manzana, el vino de membrillo y el esquiate.
La gastronomía tradicional de los tarahumaras se ve reflejada en festividades y ferias que celebran su cultura y patrimonio culinario. Entre ellas destaca la Feria de Santa Rita, que se lleva a cabo el 22 de mayo en Chihuahua, Chihuahua. En esta feria se pueden disfrutar de exhibiciones culturales, eventos culturales, gastronomía y danzas regionales. Otro evento importante es la Feria de la Manzana, que se celebra en la primera quincena de octubre en Guerrero, Chihuahua. En esta feria se realiza el Congreso Anual de Patrimonio Gastronómico de la Frontera Norte, donde se promueve y difunde la riqueza gastronómica de la región.
La tradición tarahumara no se limita solo a la gastronomía, también abarca su visión holística de la vida y la medicina tradicional. Según su cosmovisión, el ser humano está compuesto por un cuerpo y una o más almas. Los médicos tradicionales o curanderos, llamados owirúames, desempeñan un papel fundamental en la conservación de la cultura y la salud de la comunidad. Poseen conocimientos heredados de sus antepasados y están llenos de experiencia en el uso de plantas medicinales, animales y piedras para sanar y equilibrar el cuerpo y el espíritu.
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